Tú en el mundo de Baki

El Karate más fuerte

La pelea de Hanayama contra Katsumi había terminado, a este último se lo llevaron otros dos con cuidado, pues no podía mantenerse bien en pie.

Después de avanzar en ese pasillo se encontraron a Doppo.

—Doppo: Lo hiciste bien.

—Katsumi: Tres oportunidades. Hanayama tuvo al menos tres oportunidades para derrotarme. Tuve que perder tres veces, para ganar una.

—Doppo: Bueno, una victoria es una victoria.

—Katsumi: No estoy tan seguro de eso.

—Doppo: Te rompieron los dientes, tus costillas están rotas, y tu pie está destrozado. ¿Viste algo?

—Katsumi: Creo que no puedo explicarlo, pero pelear... es divertido.

—Doppo: ¡¿Qué?! ¿Apenas te das cuenta de eso? ¿Y así estabas presumiendo? Hasta un niño podría decir eso.

—Katsumi: Es solo que, nadie me había llevado tan lejos. A diferencia de ti, yo soy un prodigio.

Doppo solo le respondió dándole una ligera patada en su pierna herida. 

Mientras tanto, tú te encontrabas viendo como Baki abofeteaba a Hanayama para que despertara, en la sala de espera.

Después de un rato finalmente despertó, incluso Baki sentía como le vibraban las manos solo de abofetearlo.

Shiba se arrodilló, agradeciéndole por mostrarle esa pelea. Le ofreció su siguiente pelea, aunque decía que tal vez no sería la gran cosa.

—Hanayama: ¿Tu oponente es...?

—Shiba: Iron Michel.

—Tn: Eso va a ser difícil.

—Hanayama: Dale con todo lo que tengas.

—Shiba: ¡Sí señor!

La pelea estaba por comenzar, Shiba estaba frente a Iron. Aún tenía el yeso en su brazo, de pronto parecía que lo iba a atacar con este, pero solo golpeó su cabeza, una y otra vez, hasta que finalmente destruyó todo el yeso.

Su brazo se veía en mal estado, y su cabeza ya estaba sangrando, y el combate todavía no empezaba.

En el momento en que iniciaron Shiba se lanzó, dándole una patada voladora doble directo en la cara. Enseguida fue a seguir golpeándolo, le daba patadas y puñetazos sin descanso.

En un momento tomó una parte del yeso que antes había destrozado y con ese lo golpeó en la cabeza una y otra vez. ¿La razón? Muy simple, sabía que todos esos ataques no le hacían el más mínimo daño.

Iron se levantó como si nada hubiera pasado. Shiba arrojó tierra a sus ojos, cegándolo, pero los pensamientos de Iron eran los mismos. Incluso si tenía un arma, no lo vencería.

—Shiba: Campeón, abre los ojos.

Al hacerlo se dio cuenta que Shiba amarró su pierna con la de él. Eso claramente ya era crítico, si Iron decía una sola cosa, el combate terminaría y él sería el ganador.

Iron atacó, pero Shibo lo hizo caer al mover su pie. Le dio una patada a la cara, seguida de muchos puñetazos, cada vez que Iron intentaba atacar Shiba movía la cinta haciéndole perder el equilibrio.

Patadas, codazos, cabezazos, poco a poco lo estaba dañando. Con un codazo al cuello logró hacerlo caer al suelo.

Después de unos segundos se levantó, y parecía más motivado que antes. Shiba lo atacó, pero falló, Iron hizo lo mismo y antes de que Shiba lo hiciera perder el equilibrio, sujetó a cinta, consiguiendo una oportunidad para golpear.