Tú en el mundo de Baki

El segundo más fuerte

El coronel Strydum, después de saber lo que Baki había conseguido hacer, fue a contárselo a Yujiro, el cual se encontraba en un hotel algo particular, pues en este había una piscina que usaba la fuerza de la corriente de agua natural, pero con un pequeño error de diseño.

Cuando Strydum llegó la corriente en la piscina era de más de 20 Kilómetros por hora, cuando pasa los 4 kilómetros por hora está prohibido su uso para todos, excepto para una persona, Yujiro.

En ese momento se encontraba buceando, según el hombre que lo llevó ahí, ya llevaba casi dos horas nadando sin descanso, y con un estilo de mariposa, aunque lo hacía ver muy simple.

Con solo un impulso el pelirrojo salió de la piscina para hablar con Strydum, pues notó que estaba ahí, y suponía sobre que iba a hablarle.

Le explicó el entrenamiento que Baki había hecho.

—Strydum: Sin duda es un prodigio. Si las mantis religiosas pesaran 100kilos no perderían ante ninguna bestia de este mundo, pero es lo que esperaba de tu hijo, o tal vez debería llamarlo... tu rival.

La reacción de Yujiro fue diferente de la que imaginaba, pues este comenzó a reír como un loco.

—Yujiro: ¿Una mantis religiosa? ¡¿Imaginaria?!

Su risa solo se volvió más fuerte al pensar en eso, después de un rato se calmó.

—Yujiro: La imaginación solo puede llevarte hasta cierto punto, no puede matarte ni comerte vivo. Solo es un niño que imagina que es un héroe. Hasta un cachorro hubiese sido un mejor oponente. Más le vale que sepa lo que le espera.

Strydum estaba claramente sorprendido por lo mucho que menospreció el entrenamiento de Baki, pero aún tenía otra cosa para sorprenderlo.

—Strydum: Entonces, dices que lo correcto es enfrentarte a un oponente que realmente pueda dañarte, y mejor si es alguien fuerte.

—Yujiro: ¿A dónde quieres llegar?

—Strydum: Es solo que lo que dijiste me recordó que hace poco perdimos el rastro de Tn.

—Yujiro: ¿Y eso a mí que me importa?

—Strydum: Lo que ocurre es que ya lo localizamos. Está en Arizona.

Esta vez Yujiro si se notó un poco sorprendido, pero nuevamente cambió su expresión a una de sonrisa.

—Yujiro: Así que ese idiota sigue de testarudo. Bueno, Baki ya venció a un insecto imaginario, parece que ahora tendrá que encargarse de uno físico.

Unos días después pasó un incidente, mientras el actual presidente George W. Bush hacia el mismo recorrido que alguna vez hizo el presidente J. F. Kennedy, justo cuando pasaba por el mismo lugar donde le dispararon a este último, fue secuestrado.

Baki lo había secuestrado a la vista de todos, simplemente llegó, lo tomó y se fue de ahí con él a un restaurante.

Baki cumplió los 18 años de edad el último 8 de enero, y era completamente consciente de las consecuencias de secuestrar a un presidente, y era justamente lo que él quería.

—Baki: Lo único que le pido es que me envié a la cárcel de alta seguridad en Arizona.

Eso era algo que no esperaba el presidente, pues sabía muy bien quién se encontraba ahí.

—¿Qué harías si me niego?

—Baki: Simplemente le daría una golpiza a tal punto que no saldría en televisión por un año entero. No lo mataría, por supuesto, pues me gustaría volver a pedírselo en otra ocasión.