| | Cap. 5 : Debajo De La Máscara | |

136 20 2
                                    

Al cabo de tres meses, pasar prácticamente todo el día a lado del otro se volvió algo habitual.

¿Premio o castigo?

Quizás un poco de ambas.

A decir verdad, aún pese a que Akutagawa no era muy hablador y a sus problemas de carácter, pasar el tiempo con él le alegraba bastante la vida y quería suponer que se trataba de algo mutuo después de tanto tiempo sin haber sido mandado al diablo y sin haber sido molido a golpes por la constancia con la que lo molestaba.

Atsushi no tenía ninguna prisa para que este se abriera con él, las cosas iban lento y eso era agradable.

Le gustaba ir a ese ritmo.

Sentir que algo finalmente iba con calma teniendo en cuenta que vivían en una ciudad ajetreada, con una vida ajetreada y con horarios ajetreados era un alivio.

Como era costumbre los jueves, Akutagawa lo acompañaba a su clase de química, era su primera hora y el estudiante de música tenía el día repleto de horas muertas

Atsushi nunca tenía problema en saltarse una que otra clase para acompañarlo, pero al otro chico no le hacía mucha gracia puesto que su carrera era más complicada, y después del leve zape que le había dado la última vez, había entendido el mensaje y decidido que era mejor no saltearse las clases, por muchas ganas que tuviera de pasar una hora apacible en la biblioteca, compartiendo audífonos y quejándose en voz baja del interés musical del otro.

Mientras iban pasando para llegar al edificio de medicina, en su campo de visión apareció una chica rubia charlando apaciblemente con otro chico.

El albino tardó una fracción de segundo en reconocer que era la muchacha que estuvo en las bocas de todos con los rumores de su ruptura con Akutagawa.

—Ah... así que esa es Higuchi —pensó en voz alta, pues Ryuunosuke se había frenado en seco ante su presencia y un ambiente denso se había instalado entre ambos—. Solo había escuchado de ella, nunca la había visto... es bonita... Ah, así que tú y ella-

Antes de poder terminar de formular su pregunta, Akutagawa se desvió y salió corriendo hacia el primer edificio que se le cruzó.

—¡Oye! ¡¿A dónde vas?!

Tardó un poco en reaccionar y seguirle el paso, pero por suerte, no lo perdió de vista y lo vio refugiarse en el primer salón vacío que encontró.

Tardó un poco en abrir la puerta, realmente jamás habían tenido una conversación con respecto a la relación pasada de Akutagawa, el tema nunca había relucido en sus conversaciones, pero evidentemente su amigo se encontraba en mal estado debido a la ruptura y sentía la necesidad de consolarlo.

Inhaló profundamente y tocó suavemente la puerta.

—¿Akutagawa? ¿Estás aquí? —preguntó, y antes de recibir respuesta, deslizó la puerta e ingresó.

Rápidamente pudo encontrar la espalda del muchacho ante sí, su mano reposaba en el escritorio vacío del profesor y tenía la cabeza agachada.

Se aproximó a él con toda la cautela posible.

—¿Por qué de pronto corriste hacia acá?

—Está bien, solo vete, quiero estar solo.

Bajo otras circunstancias, tal vez hubiera acatado a la petición, pero no podía, tal y como cuando tuvo la mano herida, hizo todo lo contrario siendo impulsado por el repentino deseo de cuidarlo y consolarlo.

—Si hay algo que te preocupe... —empezó a decir mientras se aproximaba a él—. Puedes confiar en mí, no sé si realmente haya algo que pueda hacer para consolarte, pero guardártelo para ti solo te va a hacer más daño.

Hubo un breve silencio entre ambos.

Atsushi apretó los labios y miró a la parte trasera del salón, él contrario aún no se giraba para verlo.

—¿Es por Higuchi? —Preguntó—. Escuché que rompieron hace tres meses, ¿verdad? Todos esparcían rumores sobre eso hace unos meses... entonces... um...

Le estaba costando elegir sus palabras, no quería que Akutagawa creyera que solo se había acercado a él por los rumores.

Pero, sorprendentemente él volvió a hablar.

—Simplemente no puedo superarlo.

—¿Qué?

—Me siento incómodo cada que veo a Higuchi. El solo ver su cara es suficiente para volverme loco, ella siempre quería que hiciera cosas que a mí no me gustaban. Estaba tan cansado de eso... —lo vio subir una mano para pasarla por su rostro, no dijo nada, él tenía que sacarlo y no le parecía correcto interrumpirlo, al mismo tiempo que no tenía idea de qué decirle—. A ella jamás le importaron mis sentimientos. Entonces ¿Por qué...?

Atsushi abrió los ojos con sorpresa cuando finalmente pudo ver su rostro, pues su habitual expresión neutra y vacía se había quebrado cual vasija de porcelana, mostrando una mezcla entre la desesperación y la confusión en los pozos negros que tenía por iris, se pasaba las manos por el rostro de forma desesperada y había unas cuantas lágrimas escapando de sus ojos, probablemente en contra de su voluntad.

—¿Por qué no puedo odiarla? —preguntó con voz quebrada. Eso solo hizo que el corazón de Atsushi punzara—. No puedo... y duele. Cada vez que la veo... no puedo controlar lo que mi corazón siente. La amo, la amo tanto que puedo hacer lo que sea por ella siempre y cuando sea feliz. Pero no puedo mantener cerca mío la cosa que más amo, realmente solo quiero morirme —se cubrió la cara con el antebrazo—. Y ahora no puedo controlar mis lágrimas enfrente tuyo... Sí que soy patético...

Atsushi apretó los labios y tiró levemente de su chaqueta.

—Akutagawa... Por favor no llores... —pidió mientras él mismo sentía como varias lágrimas desbordaban de sus ojos y rodaban por sus mejillas.

—Espera, ¿Por qué estás llorando? —inquirió, se escuchaba genuinamente desconcertado.

—No lo sé... —admitió—. Es solo que me conmovió lo mucho que la amas. Siempre has tratado de hacerla feliz, eso no es algo que cualquier persona pueda hacer.

Ni siquiera estaba prestando atención a la cara de sorpresa que le estaba dedicando el de hebras azabaches. Solo se acercó para posar su mano en su hombro y le sonrió.

—Eres honesto y realmente la valoras. Eres un muy buen novio, realmente admiro tú amor por ella.

Y tampoco prestó atención al hecho de que la tez pálida de Akutagawa se había sonrosado por esas palabras.

Akutagawa lo apartó lentamente con una mano mientras que la otra cubría su rostro.

—De acuerdo, solo... ignoremos esto, de todos modos, algún día se me pasará. Y no llores así, la gente va a pensar que te estoy haciendo algo.

—Oh.

Todo el mundo siempre había visto a Akutagawa Ryuunosuke como una persona grosera, con problemas de actitud, que gusta de la violencia y tiene una mala reputación en la escuela.

Pero por dentro, él solo era una persona que deseaba ser amada.

A Atsushi jamás le había importado cómo los demás lo veían, después de todo lo que Ryuunosuke había hecho por él, siempre sería muy importante para él, se había ganado su lugar en su corazón.

Y eso le había generado el exageradamente enorme deseo de cuidarlo, protegerlo.

Nota de la autora:

Actualizando justo el día que tengo examen de matemáticas, ¿cómo de que no?

En fin, avanzar este fic me está resultando un poco complicado, pero ya vamos a acabar el primer arco (solo van a ser dos así que ya casi vamos a la mitad de la historia) se logra.

Espero les haya gustado el capítulo, cuídense, tomen agüita, nos leemos luego, baiiii.

New | | BSD AU | | SHIN SOUKOKU | |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora