《Amor y Deudas》Omegaverse [L.S]

▪︎ Capítulo 11

De una manera bastante efectiva, Louis ocultaba su rostro en un cojín que tomó del sofá. Ese podría ser su escondite, mejor dicho, preferiría que fuera su tumba antes de siquiera volver a mirar a Harry a la cara.

En cierto punto dudó que su madre y hermana pudieran hablar en serio sobre la dichosa llamada, pero era verdad, porque ahí estaba Harry, en una llamada grupal con las dos alfas.

Y realmente deseaba que esa tortura terminara, por dos razones importantes: la primera era porque podría morir ahí mismo si la conversación seguía y lo segundo, había una caja de pizza sobre el mesón de la cocina. Una pizza carnívora y con queso en las orillas, su favorita.

Estaba dispuesto a renunciar al placer de comer su pizza con el queso aún derretido, pero su dignidad... quería, al menos, pelear para que su familia no acabe con lo poco que le quedaba.

No, concluyó negando con la cabeza, ya no había una pizca de dignidad en toda su humanidad. Harry le estaba sacando una foto a su permiso de conducir y se las estaba enviando a las mujeres que, hasta el momento ya le habían formulado muchas preguntas personales.

—¡Oh vaya! —exclamó la madre de Louis al recibir la imagen— Mi hijo dijo que eras atractivo, pero no me imaginaba que-... ¡Holly, mira! —se interrumpió a sí misma— ¡Tus sobrinos serán una cosa preciosa!

Harry carraspeó para recomponerse del comentario de la señora. Louis quería morir por milésima vez en esos diez minutos desde que inició la llamada.

—¡Mamá, no seas tan impulsiva! —contestó Holly— Aún no confío en él. Activa la cámara para poder verte, porque fácilmente podrías mentirnos. —exigió.

Harry pasó una mano por su cabello, respiró hondo y sacudió su nerviosismo. Prácticamente estaba a segundos de conocer a la familia de su omega, aunque sólo sea por video llamada. Louis... Louis en verdad quería desaparecer.

—H-hola, mi nombre es Harry. —se presentó y tartamudeó un poco. Louis lo encontró adorable.

—Sabemos tu nombre. —señaló Holly, enarcando una ceja.

—No seas grosera —regañó la alfa mayor—. ¿No ves que es difícil para el muchacho presentarse a la familia de su omega? Que desubicada eres-...

—Mamá, si eres tú quien no deja de ponerlo nervioso.

Louis presenció un desacuerdo entre las dos mujeres y Harry solo se rascaba la nuca sin saber qué hacer o decir.

—¡Basta, por favor! —interrumpió Louis acercándose para enfocarse a sí mismo en la pantalla, dando por terminada esa discusión— Las dos no dejan de crear un ambiente incómodo, paren.

—Cariño, sabes que nos preocupamos por ti —dijo la señora—. Solo queremos saber si tu alfa puede cuidarte.

Louis iba protestar por el indiscriminado uso de la palabra "Alfa", pero Harry se adelantó a contestar—: Claro que cuidaré de él.

Las palabras salieron tan presurosas de su boca que Harry sintió su rostro arder. Pasó una mano por su frente con el pensamiento de que había empezado a sudar y no se equivocaba y es que se sentía tan apenado. Era la primera vez hablando con la familia de Louis y él, en una desesperada promesa, intentaba causar una buena impresión. Asegurándoles a las mujeres que él podía cuidar de su omega.

En el rostro de la señora Tomlinson solo había una expresión enternecida, al ver a su futuro yerno apenado y a su hijo con las mejillas encendidas.

—Es... es suficiente —dijo Louis, tomando el control de la video llamada—, dejen de suponer cosas.