XXXVI

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—¿Me pediste venir contigo para grabar el momento y así pasarlo en su boda?

Joshua miró a Soonyoung con el ceño fruncido.

—Te pedí que vinieras para darme apoyo moral —dijo el rubio—, y en silencio, por favor.

Soonyoung a veces no comprendía esa forma de mostrar cariño que tenía Joshua hacia sus amigos, y sólo hacia sus amigos, porque él era testigo de cómo el rubio se ablandaba totalmente con Seokmin.

Cuando el reloj marcó las tres y cincuenta y nueve, Joshua le hizo señas a Soonyoung para que se escondiera, y el castaño se apresuró a cubrirse detrás del telón.

Las cuatro en punto la puerta se abrió, Joshua vió los ojos de Seokmin dirigirse hacia él, asintiendo levemente, indicando que todo iba según el plan.

Detrás de él, Jihoon amagó a irse, pero Seokmin tomó su mano, tirando de él para obligarlo a avanzar.

Confundido, y más aún cuando Joshua cerró la puerta detrás de sus ruedas, Jihoon miró hacia todos lados, hasta que su mirada cayó sobre las manos que los dos chicos tenían unidas.

—¿De qué me perdí?

—No voy a ser yo quien se confiese —dijo Joshua, sonriendo de lado.

Apagó las luces para encender el reflector, que apuntaba hacia el pequeño escenario del aula.

—¡Soonyoung! ¡Ven y pon los huevos necesarios!

—¡No soy gallina para poner huevos!

—¡No me hagas ir a empujarte! —durante unos segundos no tuvo respuesta—. ¡Si voy te saco a patadas!

Vió al telón moverse, y no tardó mucho para que Soonyoung caminara, moviendo las manos de forma nerviosa, hacia el reflector que iluminaba el escenario.

Pareció abrir la boca para decir algo, pero en cuanto cruzó miradas con Jihoon se congeló, comenzó a lamer sus labios varias veces, mirando a distintos puntos del suelo.

Seokmin codeó a Joshua .

"Tú no estuviste tan nervioso" leyó.

El rubio se encogió de hombros.

—Soon es raro, más raro que yo.

—¡Lee Jihoonie!

Ambos chicos volvieron a prestar atención a lo que estaba pasando.

Soonyoung tenía los ojos apretados con fuerza.

—¡Me gustas! ¡Mucho!

Hubo un silencio incómodo durante varios segundos, hasta que las ruedas de la silla de Jihoon comenzaron a girar, acercándose al escenario.

Soonyoung abrió los ojos para encontrarse con el chico, y las pequeñas lágrimas en sus mejillas le partieron un poco el corazón.

—Estoy completamente enamorado de tí —murmuró, al punto que sólo Jihoon pudo escucharlo.

El chico en la silla sonrió, mostrando sus adorables dientes, dejando caer unas lágrimas.

Soonyoung bajó de un salto del escenario, abrazando a Jihoon con firmeza.

Lo había extrañado bastante, llevaban más de dos semanas sin hablarse, sintiendo que una parte de si faltaba.

—También me gustas, Soonyoungie.

𝗠𝘂𝘁𝗲 キ 𝘴𝘦𝘰𝘬𝘴𝘰𝘰Where stories live. Discover now