LV

335 55 3
                                    

—Minie, ¿Tienes todo?

Ese día se irían rumbo al campamento que tanto había insistido Joshua, hasta que convenció a ambos Lee, con algo de ayuda de sus dos amigos y el mismo director de su escuela, quién con toda su carisma había logrado que la mujer aceptara dejar a su hijo (lo que resultó en la parte más difícil).

Seokmin sólo asintió, ya cansado de responder esa pregunta por al menos quinta vez.

—¡Seokminie! —habló Joshua, haciendo que los dos lo miraran—. Te olvidas algo.

—¡Te lo dije, niño! ¿Qué harías si Joshua no se acordará de–?

—No me diste mí besito de buenos días —Joshua hizo un mohín.

La señora Lee comenzó a reír a carcajadas, y Seokmin se puso muy rojo, frunció el ceño con ganas, su madre no tenía que saber (o ver) los besitos matutinos de ambos.

Viendo que Seokmin no tenía intención de responder a sus demandas, Joshua lo atacó con cosquillas, y por más que el mudo lo golpeó para que se alejara, el rubio no le hizo caso.

Luego de un rato, se detuvo.

—¿Ahora me darás mí besito?

Seokmin lo miró completamente enojado, levantándose del sillón, comenzó a caminar hacia su cuarto.

Joshua se apresuró en ir hacia él, atrapando su cintura en un abrazo cuando apenas había llegado al primer escalón, rumbo hacia el primer piso.

—Bien, Seokmiiiiin, lo siento —el chico mudo no dió señales de tener intenciones de siquiera verlo—. No te gustan las cosquillas.

Seokmin negó, reafirmando lo que había dicho su novio.

—No te haré cosquillas de nuevo, ¿Me perdonas? —por más que no lo pudo ver, Joshua hizo un puchero.

Seokmin se volteó para mirarlo con algo de diversión en los ojos, Joshua no separó el abrazo.

El escalón hacía que tuviera que ver hacia abajo, por primera vez, Seokmin sé sintió más alto.

Con una sonrisa, el mudo se inclinó hacia él para besarlo, con lentitud, movimientos suaves y lleno de amor.

Las pequeñas manos de Seokmin fueron hacia las mejillas de Joshua, acariciandolas, provocando una sonrisa en el rubio.

Una repentina luz los hizo separarse, cortando (arruinando) todo su beso.

—¡Mierda! —la señora Lee insultó sin querer—. Tenía activado el flash.

𝗠𝘂𝘁𝗲 キ 𝘴𝘦𝘰𝘬𝘴𝘰𝘰Where stories live. Discover now