El cubil

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A toda velocidad en colinas doradas iban los jóvenes Feldregords, ambos adelantando coche tras coche pareciendo estar en sincronía.Vuelta a la izquierda dieron, Khazz evadió a un perro, se fue asustado el pobre animal; trataba de no rebasar a Luei porque no sabía a dónde se dirige ni la razón de estar alterado, hasta que se decidió y adelanto, entonces frente a Luei se detuvo haciendo frenar de golpe su hermano.

—¿Qué carajos pasa luei?— refirió Khazz.

—¡Es Anastasia! Vanessa veil la tiene!—sonó desesperado.

—Pero. . — Prosiguió el peli naranja—Ella fue con Zoyten a la escuela, no creo que se atrevan a tocarla estando junto a el.— enarco una ceja. Luei saco su teléfono para mostrar lo que su novia Sofía le había enviado, era la dulce niña amordazada con los ojos vendados.
—¡Mira Khazz! Debemos llegar rápido—guardo su teléfono aunque le costó algo de trabajo debido al temblar provocado por los nervios y la preocupación, luego aceleraron para llegar a su destino.

Llegaron a la calle 237, el lugar estaba desierto, no hay ni un alma, solo una vieja fábrica de vidrio al final, unos hombres vestidos de negro armados con fusiles de asalto cuidaban la entrada, fueron directo a ellos quienes ya los tenían apuntados diciendo lo mismo que pasa cuando te amenazan con un arma "¡Quieto o disparo!" , Era obvio que no se iban a detener, dispuestos a salvar a su pequeña sobrina. Los sujetos abrieron fuego, Khazz y Luei saltaron de sus motos golpeando el suelo generando una explosión de descarga eléctrica dejando fuera de combate a todos esos tipos.
Salieron más disparando desde adentro, se alertaron por el ruido de lo sucedido, Khazz uso su magia para crear un escudo esférico quedando protegidos de las balas, este paso una pistola 9mm con extraños detalles rojos  a su hermano—¡Pistola iónica!— grito sacando otra igual de una clase de cubo.

—¿De dónde sacaste esto?— pregunto luei observando el fuego enemigo impactar contra el escudo sin hacer efecto alguno.

—La pistola es del mercado negro—disparó a dos hombres pero no los mato, solo recibieron una fuerte descarga para dejarlos inconscientes.

—No idiota, me refiero al escudo—apuntó cerrando uno de sus dedos jalando del gatillo dos veces, las balas liberaron una clase de red eléctrica que hizo desmayar al resto de los hombres, luego desapareció.

—Entrenamiento. ¿De que otra forma estimulas la magia?—  encogió los hombros.

Entraron a la vieja fábrica poniéndose a cubierto, pero fueron flanqueados en cuestión de segundos por cincuenta hombres obligando a bajar las armas, uno quitó la pistola iónica a Luei examinando de una manera placentera sonriente. Ataron a los chicos con una soga, llevados a un segundo piso donde estaba una mujer rubia cuarentona de cuerpo esbelto, trae puesto una boina verde el cual dejaba caer su dorado cabello, viste un vestido negro muy ajustado revelando bien sus curvas, estaba de espalda hacia ellos observando algo; arrodillaron a los Feldregords frente a ella, pues volteo al darse cuenta que estaban allí, fijando sus ojos miel con desprecio a Luei, camino despacio de brazos cruzados, un lado a otro, lentamente se movía, en silencio todo está, como si se tratara de una bestia temible la cual deben callar ante su presencia oyendo solo las pisadas de los oscuros tacones imponiendo terror, encendió un cigarro acercándose a Luei exhaló el humo en su casa y el silencio rompió con tal sensual voz, cualquiera caería a sus pies de no conocerla. —Luei Feldregord—frunció, miro con odio, inhaló y exhaló nuevamente el humo del cigarro. Vio a Khazz por encima del hombro con superioridad—viniste con el perro familiar—sonrió.

BesteartWhere stories live. Discover now