D̶O̶N̶T̶ T̶O̶U̶C̶H̶ M̶E̶ - [𝘊𝘏𝘈𝘌𝘕𝘕𝘐𝘌]

𝚌𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚍𝚘𝚜

"¿𝚀𝚞𝚒𝚎́𝚗 𝚎𝚛𝚎𝚜 𝚝𝚞́?"

—Rosé, Jesús, relájate. – Lisa sabía que no debía alejar a la chica de ojos verdes, eso siempre fue una regla.

A ChaeYoung se le permitía tocarla, no al revés. Y aunque la mayoría de los días Lisa estaba satisfecha con eso, no demasiada contenta, pero satisfecha, hoy no era como la mayoría de esos días. Hoy ChaeYoung estaba siendo ruda, más ruda que nunca en el pasado y Lisa estaba teniendo dificultades para descrifrar entre el placer y el dolor… que por lo general se mezclaban entre sí. Aunque hoy no, definitivamente hoy no.

—Está bien, detente. – habló más alto después de darse cuenta de que ChaeYoung claramente no estaba escuchando y, a pesar de su aspecto exterior, ChaeYoung sabía muy bien cuando trazar una línea.

Se apartó de Lisa al instante, notando la decoloración que había dejado en el cuello de la chica con sus labios y la forma tímida en la que Lisa se encogió contra la pared. Estaba asustada y, por lo general, Lisa era bastante confiada.

—Vete a casa. – Lisa se agachó para subirse los pantalones y le lanzó una mirada acalorada a ChaeYoung mientras se subía el cierre. — Entonces, Rosé. Llámame cuando decidas volver a ser un jodido ser humano decente.

Y como ChaeYoung sabía que no recibiría nada de Lisa a partir de ese momento, y porque, con toda honestidad, ahora estaba un poco apagada, se pasó una mano por el cabello con frustración y salió de la habitación, agarrando su chaqueta de cuero al salir. Ella no necesitaba el culo llorón Lisa, la chica regresaría a ella arrastrándose eventualmente, era solo cuestión de tiempo.

Mientras tanto, a Jennie le estaba yendo un poco mejor. Le estaba enseñando a su hermana de seis años a tocar la guitarra mientras describía a las tres amigas que había hecho en la escuela. Naturalmente, Jennie y NaYeon se habían llevado bien, compartiendo su amor por la música y ciertos artistas, mientras que SeulGi y JooHyun se quedaron con las divas que conocían y amaban, pero sorprendentemente, Jennie se había sentido más cómoda con la pelinegra alta más que con nadie. JooHyun la golpeó como una casa en llamas y, en poco tiempo, notó que SeulGi y NaYeon se metían en su propia conversación.