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Helaena's pov
La irá se hacía de notar en mi rostro. Sentía todo mi rostro caliente incluso mis orejas. Pasé de largo a Criston y a pasos firmes caminé hasta mi habitación.
Ignorando las preguntas sofocantes de mamá.
Llegué hasta mi habitación y cerré la puerta de un golpe, resonando por todo el espacio. Me aventé a la cama y grité en una almohada.
Me levanté enojada y comencé a caminar de un lado a otro, intentando canalizar mi enojó, el enojó que sentía en estos momentos por Aemond.
─ Que se le caigan las bolas ─ Maldecí con enojo.
Automáticamente coloque mis manos sobre mi boca, arrepintiendome por haberle maldecido.
Sin mucho ánimo me dí una ducha. Me cambié a un pijama; unos shorts de seda negros y una camisa de tirantes roja de seda. Durante unos minutos me dispuse a secar mis cabellos, ( al ser más corto me tarde unos pocos minutos en secarlo ).
Me coloqué unos cascos y comencé a arreglar mi proyecto de finanzas.
Está semana sería la última para entregarlo con sus correcciones, por que si me salía mal tendría que quedarme un mes en la universidad haciendo deberes.
Tarde cuatro horas en terminar la primera parte.
¡La primera parte!
Mis codos dolían por la presión que ejercía en el escritorio y mi trasero ya casi ninlo sentía.
Cambie de posición, lleve mi computador a la cama y me recosté, probablemente estuviera ebria cuando realice este proyecto. Por que realmente estaba demasiado mal.
Calculando que la primera parte me tomó cuatro horas, probablemente la segunda y última también. Juzgando el tiempo que pasó y que casi no probé bocado en toda la comida, mi estómago pedía a gritos ser alimentado.
Quité mis cascos y abrí mi puerta silenciosamente. Era raro escuchar tan poco ruido, sabiendo que son las 10:00 p.m
Padre y madre no trabajarían mañana, por consecuencia Rhaenyra y Daemon tampoco. Pero es silenció era sepulcral. Ni siquiera se escuchaba el canto de un grillo.
Bajé a cunclillas en dirección a la cocina, rogando por que nadie estuviera. En especial Aegon. Durante el último mes a comenzado a verme de forma descarada.
Antes lo hacía con Rhaenyra y cuando el tío Laenor murió, Aegon se burló y dijo "Las grandes tetas de Rhaenyra ahora serán mías".
Pero para su desafortunado caso, Daemon se la llevó y ambos se casaron.
Del refrigerador saqué los ingredientes necesarios para hacer un sándwich. Terminé de comerlo y con mucho cuidado puse los trastes en el fregadero.
Subí deprisa a mi habitación, cerré y me dispuse a terminar el proyecto. Consiente de que esa noche no dormiría nada más dos horas o menos.
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Dí guardar, transferí la información a una tarjeta y envié una copia al correo del profesor a cargo de esa materia.
Suspire frustada tallandome la cara con ambas manos. Mi mente ya no daba para más y mi cuerpo estaba cansado, fisica y mentalmente.
Apague el computador y retire mis cascos. Me disponía a levantarme cuando unas grandes manos me detuvieron.
Las mismas manos comenzaron a recorrer mis muslos, abriéndose paso por mis shorts, tocando y amasando mis glúteos.
─ ¿Por que tanta frustración hermana? ─ La ronca voz de Aemond me hizo sentir la humedad recorriendo mi interior.
─ Tengo sueño Aemond ─ Intenté darme vuelta, pero Aemond me tomó con fuerza de las caderas apegandome a la cama.
Se puso encima mío y sentí la gran dureza proveniente de sus pantalones.
