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Los exámenes chunnin habían sido un éxito, cuatro de los mejores gennin se volvieron chunnin.

Ahora líderes de su equipo.

Y Sarada líder oficial del equipo 7.

Ella quería saber que se sentía ser ninja y hacer misiones.

Suspiro aburrida mientras jugaba con el pasto, levantó la cabeza cuando escucho ruido provenir de los arbustos.

–¿Boruto?– sonrío creyendo que sería su amigo.

Pero borro esa sonrisa cuando tres hombres que se tambaleaban salían se allí, muy temprano para estar borrachos, pensó.

–¿Y esa quien es?.

–Creo que... la chica que destruyo mi casa.

–¿Su casa?– Shina frunció el ceño confundida –Ah.

Recordó algo.

《–¡Usted jamás lo entendería!. ¡Tampoco tenían derecho a mentirme!.

Volteo hacia Sarada, sonrío, se libero del agarre de Naruto y corrió hacia la Uchiha quien fue cubierta por su madre.

–¡Ambas morirán igual!.

Sasuke se interpuso entre ambas, esquivo su espada con un salto logrando pasarlo, pateo su cuerpo y vio a ambas chicas.

–Detente, Shina.

–Lo hubieran pensando antes de mentirme en la cara. ¡Todos ustedes!.

Detuvo el puño de Sakura fácilmente, tiro de su brazo lanzandola hacia Sasuke cuando este intento detenerla.

Miro a Sarada. Esta decidida lanzó un golpe, pero su meta fallo cuando Shina simplemente se agacho y golpeó sus piernas tirandola al suelo.

–Hoy volverás a casa sin padres.

Levanto su brazo dispuesta a golpearla otra vez, un golpe en sus costillas la detuvo y derribo hacia una casa destruyéndose》

–Era tu casa, ¿no?.

–Mocosa insolente.

Se acercó a Shina levantando su mano, ella lo detuvo fácilmente evitando ser tocada. Aplico presión haciéndolo gritar y arrodillarse, una roca voló a su rostro, pero la detuvo.

Miro al culpable.

–¡Suéltalo!.

–Tirar rocas a la cara podría sacarle un ojo a alguien, señor. No debe hacerlo.

Le devolvió la roca con la misma fuerza, aunque este fue derribado con la misma.

–Oh. Lo siento. ¿Esta bien?.

–¡Eres un monstruo!– grito el tercer hombre mientras lo ayudaba a pararse.

–Pero el me lanzó la roca primero. Tu lo viste, ¿no?– miro al primero que intento tocarla.

Este seguía gritando por su mano. Shina decidió liberarlo y camino hacia sus amigos.

–¿Se encuentra bien?. Lo siento. Boruto me dijo una vez que no debían tocarme si no lo permitía. Yo no quise que me tocara.

–¡Te mataré!.

–¡Oye, amigo, ya déjalo!.

El dueño de la casa sacó un kunai de su bolsillo y corrió hacia Shina.

¿Otra Uchiha?Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt