¿De quién eres?

7

Desde aquel momento que se vieron envueltos en problemas por aquel caballero mágico los tres hermanos adoptivos, ya se habían puesto en marcha para entrenar y mejorar cada vez las habilidades que tenian porque tenian tiempo antes de que se llevaran a cabo los exámenes para ser caballeros mágicos; Oriana pasaba sus días entrenando en el bosque e incluso era ayudada por su hermano Nash en pequeñas peleas donde usaban sus poderes, llegando varias veces a empates porque ninguno queria ceder y terminaban cansados, otras veces la pequeña albina iba al bosque donde estaba aquel gran esqueleto para pelearse con alguno de los animales salvajes que vivian en ese bosque.

Muchas veces en esos entrenamientos con los animales salvajes eran ellos quienes terminaban enseñándole algo a la niña como lo termino siendo un oso; El pobre oso ya parecía una clase de padre sobreprotector con su cachorro, porque a su forma y gruñidos le ensañaba a la niña que frutas eran buenas de aquellas que no lo eran a la extraña paternidad animal termino llegando un felino grande que termino por enseñarle a nadar de forma brava a la niña; Asta y Yuno no entendían como es que su hermana menor terminaba siendo adoptada de esa forma por animales, pero no iban a cuestionar a la niña amante de la naturaleza. Oriana en cada momento que pasaba se preguntaba muchas cosas en su inocente cabecita "¿Por qué me escogieron los grimorios? ¿Cuál era el motivo? Sera posible que sea una señal para que termine acompañando a mis hermanos a la capital, será posible que ¿Este por encontrar a su familia biológica? ¿Podrá conocer a sus padres? ¿Tendría mucha familia? ¿Qué clase de familia podría tener? Pero lo importante era ¿Encontrare respuestas del porque tengo dos tipos de magia?" Oriana tenía muchas preguntas e iba a hacer todo lo posible para encontrar todas las respuestas.

Cuando el sol apenas empezaba a iluminar el campo con sus primeros rayos de sol, quien se levantaba primero era la pequeña de ojos dorados quien se deslizaba de su cama de forma silenciosa para salir de la iglesia e ir a seguir entrenando su doble magia, aunque quienes notaron que la pequeña se había marchado eran los dos hermanos mayores quienes después también salieron del lugar para entrenar. Oriana estaba decidida a ser una niña muy fuerte, para ser de gran ayuda en las aventuras que tuviera a lado de Asta y Yuno, tenía que seguir entrenando su magia para poder superar un día a sus hermanos porque aunque lo declarara gritando a los vientos que sería mejor, no solo iba a lograrlo con sus palabras tenia que poner en ello todo lo que podía de su parte porque los sueños se cumplían no solamente soñando despierta porque los sueños se hacían realidad haciendo todo para poder cumplirlos.

Aunque Oriana fuera pequeña y su cuerpo fuera pequeño e incluso un poco débil, no iba a rendirse tan fácilmente eso la llevaba a que fuera a entrenar un poco más su cuerpo para subir su resistencia, poco a poco tenía que ir mejorando e incluso pulir cada vez su magia para que pudiera estar solo unos pasos por detrás de sus hermanos y sus futuros compañeros. Solo tenía seis meses para que pudiera mejorar en todo lo que se pudiera porque tener grimorios significaba que iba a hacer el examen de caballero mágico, un examen que tendría que haber hecho a sus quince años pero tendría el honor de ser la primera en hacer el examen con los ocho próximamente nueve; El examen de caballeros solo tenía una regla los únicos que podían hacer este examen eran aquellos que tuvieran un grimorio autentico y no negarle la entrada a ella, porque no habia regla que no lo impidiera.

Asta y Yuno habían estado cuidándola desde que vieron que empezaba a entrenar aunque no se metieran en sus entrenamientos, pero estaban encantados y orgullosos de ver como su hermanita estaba creciendo a su ritmo pero iba creciendo para querer ser como ellos dos, aun recordaban que un dia era una pequeña llorona pero dejo de serlo a los siete años y era como volver a revivir lo que ellos vivieron a esa edad. Ellos veian como la niña no se tomo en broma su declaración de rivalidad, por lo que seguia entrenando y como iba estaban seguros de que estaba por acercarse a ellos sin que se diera cuenta.