Abrázame | TodoDeku (EDITANDO)

PASIÓN

La petición que Izu me había pedido no fue difícil de conceder, ahora los dos estábamos dentro de mí departamento en la puerta de entrada.

Ayudé a Izuku a retirarse la mochila de sus hombros y él prosiguió retirando su saco. Si bien su semblante había cambiado en el trayecto y ahora estaba mucho menos conmociando y estaba más relajado, no me había atrevido a preguntar por qué quería estar en mi departamento.

A pesar de que ya había comenzando la mudanza todavía no vivía allí. Aún habían ciertas comodidades que faltaban para comenzar una vida bien hecha; aunque era verdad que algunas cosas escenciales ya estaban.

—Es más bonito en persona que en las fotos —dijo admirando el panorama del lugar.

—¿Te parece?

—Sin duda. Tiene un estilo cotidiando pero a la vez elegante. Es sin duda tu escencia, Sho.

Su mirada curiosa rondaba de un lugar a otro en mi nuevo departamento. Ver que todavía faltaban algunas cosas me hizo sentir en cierta manera, insatisfecho, pero era mejor que nada.

Sin previo aviso Izu se acercó a mí y me abrazó de frente. Su nariz se hundió en mi hombro y podía sentir como aspiraba mis feromonas tenues que mayormente emanaba por su bienestar. Sin dudarlo yo correspondí su caricia. Debía admitir que amaba cuando se ponía cariñoso, porque me encantaba sentir su calidez. Se sentía bien, totalmente bien, como el mismo cielo pero en la tierra.

Yo también comencé a respirar su dulce olor con fragancia de rosas. Ese momento en particular sus feromonas estaban mucho más tranquilas, dulces y cálidas.

—Izu... No quiero arruinar el momento, ¿Pero por qué me pediste que vinieramos a mí departamento?

Repentinamente su abrazo se hizo más fuerte y su rostro se ocultó más.

—P-porque yo... q-quiero hacerlo... contigo... Sho —murmuró.

Mis ojos se abrieron de par en par cuando escuché algo que no creí posible.

Bajé la mirada en un intento de encontrarme con los ojos de Izuku por el impacto que sus palabras me ocasionaron, pero lo único que vi fueron sus orejas que estaban rojas como si se trataran de dos tomates.

—¿Qué dijiste? —pregunté al no poder creer lo que había escuchado.

En su lugar de obtener una respuesta con palabras, obtuve un beso intenso que selló mis labios. Después los ojos de Izu se encontraron con los míos aunque su sonrojo no había bajado.

—Sho... Hoy comprendí que sin importar qué, tendremos obstáculos en nuestra relación que intentarán separarnos. No llevamos mucho tiempo juntos como novios y aún así ya hemos tenido problemas externos. Primero tu padre y ahora Neito... No sé qué más pueda pasar en el futuro, pero sí sé que te quiero tanto, que quiero ser tuyo y quiero que tú seas mío. Quiero que seamos uno solo, no quiero esperar más. También comprendí que, mientras nuestra relación tenga limitaciones y distancia, siempre seremos vulnerables como pareja de alguna u otra forma, por eso no quiero que tengamos más distancia ni límites entre nosotros. Quiero disfrutar todo de ti.

Incluso sin verme en un espejo, supe que mis ojos comenzaron a brillar de sobremanera que incluso cambiaron su color por la gran emoción que sentí.
Mi corazón de repente empezó a palpitar más fuerte aumentando toda mi frecuencia cardíaca.

—Pero dijiste que no te sentías listo.

—Lo sé... Pero ahora es diferente. Ahora estoy listo.

Solo esas últimas tres palabras finales fueron suficientes para que volviera a tomar los labios de Izuku pero con desesperación. Sus labios húmedos y suaves recibieron los míos gustosos, correspondiéndome con intensidad; con deseo.