Abrázame | TodoDeku (EDITANDO)

MI AMOR POR TI (Fin)

Mini maratón final 2/2

Shoto

Cinco años después.

Me sentía en un sueño... bastante irreal.

Y eso era mucho decir ya que lo que me había pasado los últimos cinco años, eran lo más real que me había pasado en toda mi vida.

Mientras yo me cambiaba de ropa y me ponía mi pijama, detrás de mí al respaldo de nuestra cama estaba mi prometido, con una tableta entre sus manos revisando todos los preparativos de nuestra boda que era al día siguiente.

Me giré y caminé hasta la cama donde me tendí entre las piernas de Izuku.

—Tranquilo, cariño, todo saldrá bien —le aseguré.

—Lo sé pero... ¿Y si algo sale mal? ¿Y si nos falta algo más que preparar? ¿Y si...?

—Eso no sucederá —lo interrumpí—. Todo está más que listo, puedes relajarte, todo saldrá bien.

Aún estando entre sus piernas lo abracé de forma que pudiera apoyar mi cabeza en su abdomen. Su dulce y fresco olor a rosas llegó de forma más directa a mis fosas nasales y yo disfruté de ello.

—¿Cómo puedes estar tan seguro?

—Porque es nuestra boda y solo por ser nuestro día todo saldrá perfecto.

Él me sonrió pero aún así noté los nervios e inquietudes que seguían presentes en él. Si bien no me gustaba ver a Izu tan ansioso, me reconfortaba verlo así de vez en cuando, porque eso significaba que se había recuperado así mismo.

Fueron tres los años en los que Izuku estuvo asistiendo a terapia y ayuda psicológica, y fue más o menos ese tiempo en los que él pudo sanar todos los traumas de lo sucedido de hace cinco años.

Fue un proceso bastante largo, en el cuál pasó por muchas altas y bajas pero que al final pudo aceptar que nada de lo que le habían hecho, había sido su culpa.

Por supuesto, yo estuve ahí para él durante esos tres años. Era consciente que no podía ayudarlo en demasía con un tema tan delicado como el que vivió, pero aún así estuve en cada momento de su proceso apoyándolo y siendo su lugar seguro en el cual podía llorar cada vez que lo necesitaba.

Si bien fue dado de alta de las sesiones de psicoterapia a los tres años de asistir, pasaron unos pocos meses más que pudiéramos volver a retomar ese paso en nuestra relación.

Por supuesto, lo entendí complemente. Izuku ya había sanado casi en su mayoría esas heridas, pero todavía necesitaba tiempo para retomar aquello que por tanto tiempo no podía nisiquiera imaginar.

Lo esperé en todo su proceso y fui comprensivo con él y, cuando finalmente se volvió a sentir listo y, sobre todo bien para retomar ese paso en nuestra relación, lo marqué.

Había esperado más de tres años para poder hacerlo, pero cuando finalmente lo hice, lo pude proclamar como uno de los días más felices de mi vida, y según Izu me decía, era igual para él.

Izuku y yo estuvimos comprometidos durante todo ese tiempo, sin embargo me negué a planear nuestra boda hasta que él estuviera por completo bien. No quise que se sintiera presionado respecto a nada y que se lo tomara todo con tranquilidad.