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Un dolor irritante que golpeaba en sus oídos y en su nuca le despertó, llevando su mano al lugar donde un desagradable moretón se abría pasó en su piel. No recordaba mucho. Registró el lugar, reconociendo enseguida que se encontraba encerrado.

-- ¡Hey! ¡¿Hay alguien ahí?!

El desespero en su voz era casi palpable, normalmente era él quien se encontraba del otro lado de las rejas. Además que todo lo anterior estaba borroso.

En su campo de visión apareció Rafael y más tranquilo dejó salir un suspiro de paz.

-- Káiser, gracias que eres tú. Dime, ¿qué ha pasado? ¿Por qué estoy aquí?

-- Eres un maldito traicionero. Sigo sin creerlo... justamente tú...

Escupió con verdadero dolor. Guillermo no tenía que preguntar más cuando Rafael le explicó.

-- Te tienen en vídeo. Fuiste más de dos veces en secreto a la celda de Messi y ayer, la última vez... que asco me das.

Trató de evocar los recuerdos del día anterior. Lionel, celda, besos... Dios. Olvidó por completo la cámara de seguridad, tan preocupado que estaba por el guardia que olvidó lo más importante. No sabía si era la vergüenza por se atrapado en una escena sexual o por quien había sido la segunda persona presente en tal escena. Claro, podría considerarse un traidor, al fin de cuentas era verdad que tenía un plan para ayudar a Messi a escapar, tal parecía ser que se le adelantaron. Y está el hecho de que incluso le práctico sexo oral. No le ayudaría en nada durante el juicio, estaba acabado, su carrera tirada por el retrete por una calentura, o tal vez, algo más.

Pero ya no podía jugar más al gato y al ratón, ahora su lugar era el de la presa, demasiado asustado por las consecuencias que vendrían con sus actos.

Agachó la cabeza con vergüenza, sabiendo perfecto que Rafael estaría negando con decepción. Hasta él estaba decepcionado de sí mismo.

-- Estamos en Ensenada. Mañana al medio día te van a transferir a la Ciudad de México, ahí te darán la sentencia por traición a la patria. Espero que puedas conseguir un buen abogado.

Susurro con desprecio antes de volver a desaparecer, dejándolo sólo en esa fría celda. Ja, que gracioso. La vida si que era una desgraciada, dando vuelta a la situación y siendo él quien ahora estaba encerrado tras las rejas. Mientras, Lionel corría libre en busca de salir del país lo más pronto posible. Nada tenía sentido. No tenía sentido ese dolor en su corazón, que parecía estar a punto de explotar y dejarlo muerto de un amor imposible, prohibido.

siete horas antes

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siete horas antes...



-- ¡Vamos, vamos!

Rafael vociferea dando órdenes al equipo para que avanzará. Era de madrugada y todos estaban ausentes de sus puestos, siendo tomados por sorpresa cuando la explosión ocurrió.

Una tercera parte de la comisaría voló en pedazos, dejando un espacio justo entre la pared y las rejas de la celda de Lionel. Los dos hombres estaban aturdidos por el fuerte ruido, tratando de enfocar sus ojos y sosteniendo sus orejas que pitaban con fastidio.

-- ¿Qué chingados?

Guillermo tosió gracias al polvo que levantó del cemento. Trataba de vestirse y buscar a tientas su pistola cuando una luz led les pego de lleno, cegandolos aún más.

Descubrió un cañon presionando en su frente y apenas alcanzó a abrir un ojo para observar cómo Lionel era acarreado, obligándolo a entrar en la parte trasera de un rinoceronte, que era un camión blindado especial del ejército. Le costó procesar que eso era un plan de escape o de robo, tal vez.

-- ¡Dejamé boludo! ¡¿A dónde me llevás?!

Lionel extrañamente se estaba resistiendo, jalandose para evitar ser arrastrado.

-- ¡Guille!

Ese grito le regresó todos sus sentidos como una droga. Con una nata rapidez le robó el arma al tipo con el pasamontañas y ahora fue él quien le apuntó.

-- ¡Déjenlo libre!

Habló firme, pero eso no fue una gran idea, pues un par de tipos camuflajeados de negro aparecieron con los fusiles de asalto.

-- No tenemos tiempo.

Visualizo la sonrisa burlona a través de aquellos heterocromaticos ojos cuando susurro aquello. Caminando para atrás sin dejar de verle.

Por otro lado, Lionel fue encarado por un tipo demasiado alto, casi tanto como Memo. Le miró con furia antes de sostenerlo él mismo con brusquedad.

-- Nos mando De Paul, pinche argentino, deja de gritar como vieja.

Lionel escuchó al que lo jalaba y se paralizó. Rodri había regresado por él, no todo estaba perdido. Parecía hasta un sueño, pues él ya se había rendido de terminar en una prisión de mala muerte en el norte de México o pero aún en una de alta seguridad en Estados Unidos. Ahora si por cuenta propia subió al camión, permitiéndose sentar en uno de los espacios entre dos tipos gigantes con chalecos antibalas.

-- ¡Andrés!

Esa fue la primera vez que le llamó por ese nombre. Guillermo lo vio con un gesto de verdadera preocupación, pidiendo sólo con sus ojos afligidos que regresará a su lado, pero lo dudó por un minuto. Estaba siendo rescatado, si se iba ahora mismo entre la confusión del momento libraría muy bien a las autoridades y ganaría terreno, pero a la par no sabía si volvería a ver al mexicano. Fue un lapso tan corto, pero el simple hecho de vacilar era una respuesta.

Se levantó y tendió su mano y cual si fuera en cámara lenta le gritó.

-- ¡Vení conmigo!

Las decisiones que se tomaban con el calor de un encuentro nunca eran las mejores, y por alguna razón de escasa claridez Guillermo se detuvo de correr a sus brazos. Escucharon los disparos al fondo, y las estrepitosas pisadas del marchar, era un aviso de que llegaba el resto de policías. Se miraron con nitidez, recordando que venían de mundos diferentes, aceptando con dolor la imposibilidad de estar juntos. Dejaron que una lagrima escurriera y sentenciaron esa despedida.

-- Dulces sueños.

Fue lo último que registró antes de que la empuñadura de un arma pegara en su nuca, dejándole inconsciente.











N/A

Me ha costado, me ha costado, sentí que estaba repitiendo muchas palabras y no seguía un hilo coherente de narración y ya me estaba desesperando. Al final todos son mis lectores betas jajaj, díganme si algo está culero y yo lo cambio. 💗😽


I'm in love with a criminalWhere stories live. Discover now