Conversaciones

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Tenía mucho miedo de cambiarme a un nuevo instituto, a mitad de año y en mi último año de escuela. Estaba tan nervioso que incluso pensé en pedirle a mis padres terminar el año con escuela en casa, pero al final decidí intentarlo.

Tenía miedo, no solo por el hecho de que es raro cambiarte de colegio en esta etapa del año, también porque temía que pasara lo mismo que en el instituto anterior, temía que los rumores me volvieran a envolver y aislar. Pero gracias al cielo eso no ha pasado y no tendría que pasar.

Ya llevo una semana y media en el nuevo instituto, las cosas van muy bien, tengo algunos amigos, aun no los conozco mucho, pero creo que es cuestión de tiempo para que los pueda conocer mejor y ellos puedan conocerme a mí.

También me gusta el nuevo instituto por el tutor que tengo, que no parece mucho un tutor, no niego que es inteligente, y se por algunos maestros que tiene buenas calificaciones, la tutora me contó que a veces se le olvida hacer la tarea y cuando pasa por el aula lo ve haciéndola, yo también lo he visto, no sé cómo consigue sacar buenas calificaciones.

Me cae muy bien, además no puedo negar que es muy lindo, creo que es la persona más bella que vi en mi vida. Su pelo, normalmente desorganizado, es bastante rizado, el puente de su nariz y sus mejillas están salpicados por pequeñas pecas, sus ojos son color atardecer, no sé cómo definirlo exactamente, es un tono miel.

Sus cejas son delgadas, su nariz es chica y respingada, sus labios son delgados y con un delicado tono rosa. Después de ver a Mateo está claro que Dios tiene sus favoritos.

Ciertamente es un chico muy agraciado, me gustaría ser como él, en el poco tiempo que tengo de conocerlo ya desarrolle una especie de admiración por él.

Me divierte pasar tiempo con él, en especial cuando se pone rojo por cualquier cosa, adoro ver esas mejillas de un tono carmín, y para mi suerte es bastante fácil que se tiñen de ese color. Es muy divertido ver como intenta disimularlo.

Me estoy poniendo el uniforme para poder bajar a desayunar.

Estoy terminando de ponerme el uniforme cuando escucho unos arañazos en mi puerta, se perfectamente quien los está haciendo, así que decido terminar rápido con lo que estoy haciendo para poder abrirle a Skadi, mi perrito.

Cuando abro la puerta Skadi empieza a saltar y moverse frenéticamente a mi alrededor, le doy unas caricias, para que se calme y decido bajar a comer.

La comida ya está en la mesa, me siento para poder comer, escucho a mi mama dando vueltas por todos lados buscando las llaves de su coche que tiene en la mano, mi papa le ayuda a encontrarlas. Mi mama se despide de nosotros y nos desea un buen día, antes de salir a su trabajo.

Por lo general tenemos una persona que nos ayuda con la cocina y aseo de la casa, pero está de vacaciones, mis padres le regalaron dos boletos de avión para que pueda pasar su cumpleaños con su pareja en algún lugar lindo.

Así que mi papá se ha encargado del desayuno estos últimos días, porque mi mamá entra a trabajar más temprano que él. Ella suele ser muy ordenada en su rutina, pero parece que hoy se le hizo tarde.

—André ¿ya sacaste a Skadi? — pregunta mi padre mientras termina de secar unos platos.

—Si, lo saqué esta mañana, cuando salí a correr — le respondo mientras le doy un bocado a la tostada con aguacate que tengo en la mano.

—Qué bueno, ¿Cómo te va en el nuevo instituto? — indaga mientras toma asiento en una de las sillas del comedor.

—Todo va bien — digo mientras tomo un sorbo de café — es bastante más tranquilo.

Miedo a Amar [TERMINADA]Where stories live. Discover now