Personas especiales

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Mi alarma lleva sonando unos minutos, pero yo no quiero levantarme, quiero dormir un poco más.

Normalmente no me costaría tanto despertarme, pero es que anoche casi no pude dormir, estaba demasiado nervioso por conocer a los papás de André.

Además, normalmente no me levanto tan temprano un sábado, suelo levantarme a las 8 o 8:30, pero hoy me toco levantarme a las 6 para poder hacer todo lo que tengo que hacer y tener tiempo para arreglarme para la comida con los papás de André.

—Mateo, hijo ya despiértate — escuchó el grito de mi mamá y esa es mi señal para levantarme de la cama y empezar con mi día.

Me pongo algo de ropa deportiva y bajo a desayunar.

— Buenos días —. Le digo a mi mamá mientras me siento en la mesa y le unto mermelada a una tostada.

—Parece que no dormiste nada— me dice, seguro por la cara de dormido que tengo.

—No parece, es que, no dormí casi nada, estaba nervioso — le digo a mi mamá mientras le doy un sorbo a mi jugo de naranja.

—¿Por lo de conocer a tus suegros? — dice mi mamá con su vista fija en el teléfono.

— Suegros falsos, ¿Qué es lo que tanto ves en el teléfono? — pregunto para cambiar de tema, sé que probablemente sea algo relacionado con mi papá y por la cara que tiene no es algo bueno.

Probablemente me empiece a contar su nuevo problema con mi padre, pero prefiero eso a hablar de mi situación actual.

— Tu papá dice que se tiene que quedar tres días más en Canadá, supuestamente para arreglar algo de la empresa. No sé por qué sigo casada con él, vivo prácticamente sola ¿no puede pensar primero en su familia? — se queja conmigo y veo que deja su celular en la mesa y se lleva su taza de café a la boca.

Cuando mis padres pelean o están enojados con el otro, siempre termino siendo el intermediario, deberían empezar apagarme, ya hasta parezco su psicólogo.

Sus discusiones no son fuertes y tampoco son constantes, de hecho, se quieren mucho, pero a veces tienen sus roces, como cualquier pareja.

Se que no es lo mejor que su hijo esté escuchando y dando consejos a sus padres, sobre su relación, pero a mí no me molesta.

—Seguro es algo importante mamá, además son solo tres días no te preocupes. Si quieres cuando vuelva vamos a cenar todos juntos. — le digo para intentar ayudarla.

— Supongo que tienes razón. Que hijo tan sabio que tengo, que haríamos sin ti— me dice con cariño y acerca su mano para acariciar mi cabello.

Le doy una sonrisa y ella me la devuelve.

Termino de comer y salgo de la casa, me pongo los audífonos, escojo una playlist y pongo mi celular en un retenedor especial que tengo en el brazo, para que el celular no se caiga y empiezo a trotar para después correr.

Después de una hora, empiezo a correr en dirección al gimnasio para empezar con el entrenamiento.

Llego y me recibe mi entrenadora con una sonrisa y me indica por donde vamos a empezar hoy.

Después de dos horas de entrenamiento decidimos subir a la segunda planta donde hay todo tipo de máquinas para practicar giros y demás acrobacias. Suelen venir otros patinadores, algunos bailarines y demás personas que necesiten practicar giros y esas cosas.

La entrenadora me indica que me suba en la pequeña plataforma circular, donde se supone que tengo que caer después de dar un giro. Me subo y ella me pasa el arnés, me lo coloco, con cuidado para que no quede mal puesto.

Miedo a Amar [TERMINADA]Where stories live. Discover now