Capítulo 15

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Otra música comienza a sonar, Aeron le tiende la mano con languidez a Lucien disfrutando de su creciente confusión

- ¿Me concederías el honor, Omega?

Durante varios segundos, todos los presentes dejaron de bailar y permanecen en silencio. Eliza y Amelia se han quedado boquiabiertas. Lord Bernard contempla el panorama de soslayo, con las palmas de las manos unidas a la altura del rostro. Otros, como Astrid y William, parecen sumamente entretenidos con la proposición que Aeron acaba de hacerle a Lucien. Probablemente se están preguntando si han entendido correctamente de qué se trata. Y luego está el príncipe heredero Liam, que se echa a reír con tanta fuerza que termina doblándose en dos, ganándose varias miradas de reproche en el proceso.

-¿Qué me estás proponiendo exactamente, Alfa? -inquiere Lucien con toda la educación de la que dispone.

-Lo mismo que hiciste con Lord Domhell - repone, sin bajar la mano. Sonriéndole por primera vez en toda la noche- Deben haberte enseñado a bailar, ¿verdad?

El chico se aclara la garganta. Haciendo lo posible por disimular su perplejidad.

-Por supuesto.

-Hemos estudiado y entrenado juntos -continúa Aeron. Remarcando el "juntos" sílaba a sílaba- Ya es hora de que también bailemos juntos, ¿no te parece? Al fin y al cabo estamos comprometidos.

- Aeron -le advierte su madre, mirando de Lucien a Eliza con un deje de nerviosismo.

- ¿No puedo sacar a bailar a mi prometido, Madre? - la interrumpe, con una inocencia absolutamente falsa - A menos, claro está, que me haya precipitado en mis suposiciones y Luke no sepa bailar.

Al decir eso, Liam apoya el mentón en el dorso de la mano, disimulando una sonrisa que Amelia capta por el rabillo del ojo. Al contrario que su hijo mayor, ella no parece encontrarle la gracia a lo que ocurre frente a sus ojos.

- Sé bailar - se apresura a aclarar Lucien, como si lo dicho por el príncipe resultara ofensivo - Sencillamente considero que quizá sería más apropiado que lo hiciese con mi prima - dice desviando la vista hacia Astrid, que comprende rápidamente la llamada de auxilio y hace el amago de incorporarse.

Pero Aeron no piensa ponérselo tan fácil.

-Ya tendrás tiempo de sobra para bailar con ella. A diferencia de Astrid, ella es tu prima, yo soy tu prometido -dice, chasqueando la lengua. Aeron se acerca hacia Lucien para susurrarle algo en el oido- Dime Omega ¿Qué te impide a ti bailar conmigo?

Luke abre y cierra la boca dos veces consecutivas. Mira a su alrededor, como si albergara la esperanza de que a alguien se le ocurra alguna excusa sólida y convincente que le libre del aprieto en el que Aeron está empeñado en meterlo.

-Anímate, Lucien -le sonrie Grace, ajena al malestar del chico - No te preocupes por la falta de experiencia. A Aeron se le da bien bailar.

- Grace tiene razón, Luke - la secunda Liam, prácticamente repuesto del ataque de risa. Se ha echado para atrás en la silla, copa de vino en mano. Dispuesto a no perder detalle del espectáculo- A Aeron se le da genial bailar. Quién sabe - añade, con elocuencia - puede que no te venga mal aprender de él. Especialmente por el bien de su matrimonio.

-Está bien, Aeron - el principe masculla rendido, parpadeando con rapidez, sin mirarlo forzando la sonrisa antes de aceptar su mano - Una canción, ¿de acuerdo?

Que la mano de Lucien sea más pequeña que la suya no debería resultarle tan gratificante. Ni tampoco la suavidad de su palma, en comparación con la suya. Aeron ni siquiera quiere bailar con él. Su único objetivo es hacerle pasar un mal rato Públicamente, obligarle a tragarse el orgullo y devolverle una milésima parte del malestar que ha tenido que soportar por su culpa.

Un Voto de Odio, Un Voto de Amor ®™Where stories live. Discover now