Capítulo 65

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Aeron caminaba hacia el gran salón de reuniones, su tio, la mano del rey, lo había llamado, no sabía el motivo, pero no era necesario, desde que empezó a ir a campos de batalla, su presencia era exigida por varios motivos, Liam y él eran grandes ventajas cuando el conflicto se extendía demasiado, pensando en ello, si se tenía que ir esperaba que fuese por varios días, incluso meses, todo menos aguantarse el extraño comportamiento de su pequeño esposo, aunque sabía que en el Fondo los extrañaria, extrañaria a su cachorro y sobre todo por más extraño que fuera el comportamiento de su omega, también lo extrañaria.

Y hablando del diablo, justamente apenas dobló una esquina se encontró con Lucien, aunque en una situación más que rara, casi imposible, el joven omega estaba siendo cargado por un preocupado Henrik, a cada lado del hombre estaba su madre y su hermana, las dos iguales de angustiadas, la mujer que le dio la vida tenía una mano en la cabeza del pequeño, tratando de ayudarlo a calmar su dolor con consejos de respiración.

Cuando vio como Lucien se quejaba mientras sujetaba su vientre se acercó al caballero real, prácticamente le arrebató a la persona más pequeña, apenas lo tuvo en brazos se agacho para sujetarlo mejor, envolviéndolo en sus brazos, el más joven hundió su cabeza en el pecho de su esposo, permitiendo que sus lágrimas salieran y que sus quejidos fuese ahogados por el cuerpo más grande.

- La sangre de su pareja aliviará el dolor. - Grace habló indicando a su hermanito que no lo soltara, Aeron miró a su madre, está asintió, agachándose para quedar a su altura.

- Solo abrázalo hasta que se calme, confía en mí, él estará bien. - Aeron había olvidado el tono dulce de su madre al hablar, ya estaba acostumbrado a su voz sin emociones, o cuando estaba enojada, gritando en ira, Amelia intentaba ser fría, a veces era fría que incluso la mínima muestra de afecto los sorprendía, así que no pudo decir nada, confundido y preocupado por el estado de Lucien.

Sí, por los 7 infiernos, estaba preocupado por el niño, por su esposo, su omega, en ese momento solo le interesaba su estado, y gracias a los dioses su respiración estaba calmada y sus quejidos ahora solo eran suaves susurros, la mano que se aferraba a sus ropas ya solo estaba recargada en su hombro, aún tenía sujetado su vientre, pero todo su cuerpo se sentía en calma, pero su cabeza seguía en su pecho, aferrada a la idea de hundirse en él, y nunca salir, las lágrimas tampoco cesaban.

Con la poca delicadeza que se le permitía tener, alzó a Lucien, un brazo en su espalda y el otro sosteniendo sus piernas, ahora el joven tenía su rostro en el cuello de Aeron y su brazo rodeaba sus hombros, aferrándose a él, miró a su madre antes de dar la vuelta, dirigiéndose a sus aposentos, Grace anunció que iría por un sanador, mientras que la reina y Henrik seguían a Aeron, este se olvido de todo compromiso que pudiera tener, ahora solo lo que le preocupaba era el joven entre sus brazos.

Apenas entró a la habitación ni siquiera se molestó en cerrar la puerta, fue directo a la cama, acostando a Lucien, quien se aferró a él, sin querer soltarlo, temiendo que si lo hacía el dolor volvería, pero Aeron beso su cabeza, asegurándose que no se alejara, cuando tomo su mano, el más pequeño se calmó dejando que todo su cuerpo reposara en la cama, estaba justo en el lado en que su esposo dormía, así que su olor estaba impregnado en las sábanas, sin poder evitarlo hundió su rostro en la almohada.

Amelia entró poco después, Henrik se quedó afuera, resguardando la entrada, Aeron vio como su madre se subía a la cama para ver el estado de Lucien, hablándole con suavidad, logrando que el niño mostrará su rostro lleno de lágrimas, la vista golpeó los corazones de madre e hijo.

Lucien se veía tan pequeño y vulnerable, Aeron no lo aguanto, alzó el torso de su esposo, sentándose en su lugar y acomodando la mitad del cuerpo del joven en sus piernas, envolvió el rostro de Lucien con una de sus manos, acariciándolo, sintiendo su suave piel contra sus dedos.

Un Voto de Odio, Un Voto de Amor ®™Where stories live. Discover now