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La música ya no se lograba escuchar, Alissa se aseguró de quitar el disco para poder escuchar atentamente al de ojos como el mar.

Movía suavemente su pierna mientras que pellizcaba la piel de su mano, su mirada se encontraba perdida, Michael esperaba que la chica estuviera preparada para hablar.

—¿Cuántas personas has visto entrar a tu casa como si nada?...—. Preguntó de inmediato causandole más intriga a la chica, tal pregunta no podía ser respondida tan fácilmente puesto que contando a los pacientes de su hermana eran muchas personas. —Personas que se hayan hecho cercanas a ti y tus hermanos.— Tal pregunta no era de gran dificultad comparada a la anterior, solo los Harmon y Tate lograron crear un gran vinculo con los Williams.

Frunció suavemente su ceño mientras miró al chico —Jean, Vivien, Moira, pero ella trabaja aquí, umm... Violet y-...— Fue interrumpida por el chico.

—Tate.— Finalizó la sentencia por ella, logrando más confusión en el rostro de Lys —¿No es así?.. Tate es...Complicado.— Para Michael decirle a tal rubio por su nombre era un sabor agrio en su boca. —¿Sabes que su apellido también es Langdon?— Solo asintió, la chica esperaba que fueran familiares lejanos, hermanos, primos... —Debes pensar que soy su hermano menor o algo así, ¿no, Alissa?

El como su propio nombre salió de los labios de su vecino la hizo incomodar aún más, ahora no comprendía el porque trató de escuchar al adolescente, tal vez solo deseaba molestarla y causarle más miedo del que ya tenía. —Eso supuse...— Murmuró.

—Él es mi pa...— No logró finalizar, la puerta fue abierta y un gran golpe fue escuchado al chocar esta misma contra la pared.

Tate se encontraba allí, los nervios de Michael incrementaron al notar aquello —Tate...—. Una breve sonrisa apareció en los labios de la chica, pero al notar el momento tenso aquella sonrisa fue borrada —Uh, Tate...Michael vino a-...

—Vine a pedirle unos discos.— Mintió de veloz forma mientras se levantaba u acercaba a la puerta dispuesto a irse, ahora Alissa comenzó a sospechar. —Uh, luego vengo por ellos, ¿sí?— Le dedicó una sonrisa llena de nervios, al tratar de irse el chico tomó el brazo del contrario, murmurando algo que no llegó hasta los oídos de Alissa.

La de cabellos rubios, cuales en la raíz del cabello comenzaron a verse negros, se encontraba algo impactada al notar el gran parecido entre los chicos.

Michael finalmente se fue, o al menos eso pensó la chica ya que no logró oír la puerta principal ser abierta.

Ahora su rostro fue al de Tate, quien se acercó a la chica y le abrazó —No deberías dejar que extraños entren a tu habitación...— Bromeó mientras dejaba suaves besos en el rostro de su chica.

—Tú también fuiste un extraño en su momento.— Bromeó mientras que besó la punta de la nariz de Tate, mirando aquel lunar que tanto adoraba.

Una pequeña risa llena de cariño salió de los labios del chico —Pero conmigo fue distinto...— La abrazó —Lys, enserio. No deberías confiar en Michael, todo lo que dice es mentira.— Tragó saliva. Alissa ladeó su cabeza mientras trataba de descubrir la razón de aquello, solo se limitó a preguntar el como sabía aquello —Uh...Se podría decir que somos familiares.

—No me lo digas, ni se parecen.— Aquello hizo reír a Langdon, pero solo comenzó a jugar con su anillo mientras que pensaba en aquel "Ni se parecen".

Mordió suavemente su labio pensando en que decir —Mi madre...Uh, ella tuvo un amorío con uno de los vecinos..— Su chica escuchaba atentamente —Mi madre, y por más que desee que no lo sea, es Constance. Tu...Vecina. Sé que ya sabes lo mucho que la odio, sé que a veces escuchabas mis sesiones con tu hermana...— Una pequeña sonrisa fue dedicada a la chica —Bueno, la cosa es que Michael salió de ese amorío.— Explicó mientras miraba a la chica, esperando su reacción.

𝑨𝒇𝒓𝒂𝒊𝒅 || 𝑻𝒂𝒕𝒆 𝑳𝒂𝒏𝒈𝒅𝒐𝒏 Where stories live. Discover now