𝑨𝒇𝒓𝒂𝒊𝒅 || 𝑻𝒂𝒕𝒆 𝑳𝒂𝒏𝒈𝒅𝒐𝒏

23

Alissa logró escuchar un fuerte golpe en la sala, bajó cuidadosamente al lugar preparada para encontrarse cualquier situación menos la que encontró.

Michael se encontraba en aquel traje de latex y frente a él se encontraba el hermano mayor de la chica, de su boca salía sangre y en su mano se encontraba la máscara del contrario —Lys...— Murmuró el rubio, soltando a Pietro y dejandolo caer al duro y frío suelo —Puedo explicarlo.— Se trató de acercar a la chica, quien solo se encontraba estática, sus ojos demostraron miedo. —Puedo explicarlo, Lys..— Pero la contraria solo le empujó y corrió rápidamente a su hermano mayor.

—Pietro, Pietro reacciona por favor.— El castaño comenzó a toser, pero solo salía sangre de su boca —¡ELIZABETH!— gritó, esperando que su hermana llegase.

El rubio solo se mantuvo en silencio, mirando como la fémina trataba de salvar a su hermano —Lys, lo siento.— Murmuró.

Tales palabras fueron las que colmaron la paciencia de Alissa —¿Lo sientes? ¡¿Lo sientes, Michael?!— Gritó con ira, Elizabeth llegó corriendo al lugar —Durante estos tres meses creí en ti, tal vez todo lo que dijiste era verdad menos quien me asesinó, y ahora realmente comienzo a creer que fuiste tú quien lo hizo.—

Elizabeth estaba ayudando a Pietro, quien ya siquiera respiraba pero las palabras que su hermana soltó le causaron confusión —¿Lys, a qué te refieres?— Hablaba mientras miraba fijamente a Pietro, ayudandolo lo que más podía.

Oír la pregunta de su hermana le causó nauseas, su corazón se aceleró más de lo que ya estaba —Lizzie ayuda a Pietro.— Pidió mientras que miraba con odio al joven de cabellera rubia. "Está perdiendo mucha sangre" Dijo Lizzie, los ojos de Lys se cerrarón con fuerza mientras que pensaba que hacer respecto a eso. —Hay que llevarlo a su cuarto.— Habló, si su hermano mayor fallecía prefirió que sea en un lugar cual pudiese pasar desapercibido. —¡Violet!— Gritó con todas sus fuerzas mientras que buscaba cualquier forma de dañar a Michael —Ten en cuenta que no morirás aquí, por más que se tardé: morirás. Me aseguraré de eso y de que sea en la peor forma posible ¿comprendes?— Nuevamente lo empujó —Vete de aquí y no vuelvas.— "Lys" susurró él, la chica enfureció. Su rostro demostraba toda la ira dentro de ella, un fuerte golpe estalló en el rostro del contrario —¡Dije que te vayas de aquí!— Gritó, el contrario simplemente aguantó sus lágrimas y se fue rápidamente del lugar.

Violet llegó al lugar, al notar el cuerpo del chico en el suelo no pudo evitar quedarse congelada. Esperó que fuera una pesadilla, pero sabía completamente que aquello no fue un sueño y que era completamente real —Pietro...— Murmuró y corrió directamente al chico.

Tal como dijo Alissa, movieron al chico cuidadosamente hasta su habitación: Pietro apenas gesticuló palabras, solo eran ruidos de dolor los que salieron de sus labios.

El frío en el lugar era notorio, las lágrimas de las tres chicas no pudieron ser contenidas puesto que al ver a Pietro en la comodidad de su cama, como si estuviese descansando, se destrozaron. Negaban repetidas veces, gritaban esperando que nada de eso fuese verdad y solo una maldita pesadilla, pero no era así.

Pietro Williams falleció en la comodidad de su cama junto a las chicas que más amó en su vida.

Por mas que hubiesen deseado salvarlo, eso fue imposible en el momento ya que Alissa había llegado demasiado tarde: una ambulancia no habría llegado y ya había perdido mucha sangre.

El joven murió amado, murió tratando de enfrentar al rubio que destrozó la vida de los Williams, Pietro murió un 13 de Febrero: 2 días antes de su cumpleaños.

14 de Febrero

—¿A qué te referías con que moriste, Lys?— Escupió su bebida al oír esas simples palabras, Alissa no se encontraba preparada para escucharlas. —¿Es por eso que no salías de tu habitación y apenas te veíamos?¿es verdad eso, Lys?— Las lágrimas de su hermana mayor eran notorias, Alissa simplemente asintió con delicadeza a la par en que su vista era dirigida a Lizzie.

Los ojos de la contraria se llenaron de lágrimas, no solo había perdido a su hermano mellizo si no que también a su hermana menor, y lo peor de todo es que no se había dado cuenta de aquello.

Sus respiración se entrecortó, trató de impedir que las lágrimas cayeran pero  se le fue imposible —Alissa...— Murmuró y abrazó a la de ojos verdes grisáceos —Mi pequeña, prometí protegerte apenas te sostuve en mis brazos y te fallé. Lo siento tanto.— Sollozó mientras acariciaba a la chica, quien aguantó sus lágrimas.

Solo pudo notar como Alissa negó repetidas veces —No es tu culpa, Lizzie.  Nada de esto es tu culpa, no sabías lo que sucedería y tampoco nosotros.— Murmuró.

Ciertos pasos -cuales fueron identificados de inmediato- se hicieron notar cerca de la cocina, ambas hermanas se separaron de forma inmediata y limpiaron con rapides sus lágrimas.

El de ojos marrones buscó entre el refrigerador algún alimento que sea de su preferencia. Al notar como las chicas se encontraban a un lado de él no evitó mostrar un rostro de confusión —¿Qué sucede?¿Están bien?— las chicas simplemente corrieron a los brazos de su hermano, por más que trataron de no hacerlo: comenzaron a llorar. —No entiendo que sucede, pero hay suficiente Pietro para consolar a ambas.— Bromeó el hermano mayor, besando las cabezas de sus hermanas.

Lizzie limpió sus lágrimas mientras que se alejaba de su hermano, por otro lado Alissa simplemente continuaba abtazando al chico —Pietro, uh. Hay alguien que desea verte.— Una sonrisa de confusión apareció en el rostro del contrario.

—Ve, te gustará.— Aseguró Alissa mientras que se separaba de su hermano, el contrario esperaba saber hacia donde ir —Salón.— Aclaró mientras que se acercaba y le daba un abrazo a Elizabeth mientras que Pietro solo asintió con suavidad, se despidió de sus hermanas y comenzó a caminar directamente hacía el salón.

Su corazón comenzó a acelerar a medida en que caminaba, se encontró completamente intrigado por saber quien era la persona cual esperaba su apareción, pero internamente sabía la respuesta ante tal pregunta, mordió su labio con suavidad debido a sus nervios.

Y allí estaba ella, mirando por la ventana. Se veía como un ángel ante los ojos del chico, quien al ver a su chica de ojos avellana notó lo enamorado que seguía de ella.

—Vi..

La chica dirigió su mirada de inmediato hacia su enamorado, la mirabda de ambos se encontró llena de profundidad y amor hacia el uno por el otro.

—Pietro...

Ambos se acercaron lentamente, luego de un par de segundos se encontraban frente a frente, sus cuerpos solo eran separados por unos escasos centimetros cuales Violet se aseguró de disolver, aquellos centimetros que los separaban dejaron de existir cuando la joven besó a su chico, a su Pietro.

Por más que el contrario no supiera, ambos estarían juntos toda la eternidad.