14

98 11 16
                                    

Acomodando los ajustados guantes sobre sus manos, el muchacho de cabello anaranjado en punta se agachó junto al cuerpo sin vida de un hombre de contextura gruesa con dos disparos en la cabeza, la mirada perdida de aquel sujeto le hacía sentir incómodo, a lo cual solo atinó a deslizar sobre los párpados del hombre su palma protegida por el látex del guante, deteniéndose un momento para verle tan pasivo en medio del descanso eterno.

— Descansa, pobre diablo. Quien sabe que fue lo que hiciste para que me pagaran por tu silencio eterno. —Dijo en voz baja.

Bajando su mirada por el cuerpo del tipo, se dedicó a revisar los bolsillos de la chaqueta de su víctima, sacando una billetera, la cual le hizo sentir un escalofrío apenas la abrió. Una imagen de dos niñas que sonreían a la cámara le hizo sentir el peso de la realidad, aquel hombre a quien había asesinado tenía una familia esperando por él en casa, sería un proceso difícil de superar para aquellas aparentes niñas de papá, pero eso ya no era su problema.

— Ugh, que asco. —Soltó John, tocando el cadáver del hombre con la punta de su pie.— ¿Ya le enviaste la foto al cliente?

— Sí, ya depositó el dinero a la cuenta bancaria externa.

— Genial, entonces ya quémalo. Te espero en la camioneta, tengo ganas de soltar la pipí, en el barrio enemigo me da cosita sacarme el uyuyui.

— Como sea, no quería saber eso. —Arrugó el entrecejo, ya estaba desagradándole por donde iba la conversación.

— Vale, te apuras. —Se devolvió por donde había llegado.

Mirándole de reojo, soltó un suspiro pesado nuevamente, tirando la billetera sobre el cuerpo sin vida frente suyo, se levantó para así levantar el bidón de gas que le esperaba a un lado, derramando su contenido sobre el frío cuerpo, dejando caer el garrafón a su lado para así sacar una caja de fósforos de su bolsillo.

Le tomó un par de intentos el poder encender el fósforo, y cuando lo logró, lo dejó caer sobre el líquido recién derramado, dando unos cuantos pasos atrás para ver cómo el lugar se prendía en un arrasador fuego.

Cerró sus ojos unos segundos, lamentándose por ser el culpable de una familia rota, dándole así un minuto de silencio a aquel hombre, abriendo nuevamente sus ojos para dar media vuelta y caminar al vehículo donde un par de hombres más le esperaban junto a John.

Todos dentro del vehículo hablaban como si no acabara de pasar nada, como si de una fiesta se tratara, y en parte eso le incomodaba, ¿no sentían ni un poco de empatía por lo que acababa de pasar?

Tal vez era problema suyo, se estaba volviendo muy sentimental, eso podría resultar ser un problema... No, definitivamente ERA un problema, por el patético motivo del sentimentalismo había estado aplazando la tarea de deshacerse de...

— Pico, ¿te sientes bien? —Preguntó Steve, volteando a verle desde el asiento de copiloto.

— Claro que está bien. —Respondió John.— Cada día se parece más a mi, ya verás, en un futuro este niñito va a ser capaz hasta de matar al mismísimo diablo.

La mirada preocupada del adulto de anteojos se posó sobre el más joven del vehículo, quien se vio en la obligación de forzar una sonrisa, no podía defraudar a quienes le habían criado; asintiendo un poco, retuvo sus palabras para así en su lugar levantar el pulgar en señal de que si estaba bien, pero en realidad no lo estaba, ¿Qué chico de su edad estaba matando en lugar de haciendo amigos, estudiando o teniendo un trabajo normal?

Rᴏᴍᴀɴᴛɪᴄ Hᴏᴍɪᴄɪᴅᴇ -[Tabi x Agoti] [PAUSADA]Where stories live. Discover now