CAP.8

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Todos los agentes pertenecientes a la lspd estaban en la sala de juntas posicionados en fila haciendo el saludo militar, frente a ellos se situaba el comisario subido en un mini escenario tras un atril con un pequeño micrófono ajustado en la base de la mesa, para que todos pudieran escucharlo bien.

Eric comenzó la charla dando la bienvenida al director del FBI que se encontraba a un lado, de brazos cruzados portando su uniforme, el de cresta al ser nombrado bajó su máscara de calavera y saludó educadamente, dejando que el prepotente hombre siguiera con su discurso.

-Bien, estamos aquí para hablar de las diferencias que hay entre facciones, he sido informado recientemente por el mismo director de la situación actual y quisiera que todos los que esteis en desacuerdo con el procedimiento llevado a cabo por H o por sus agentes a la hora de trabajar, expongais vuestras quejas, así podremos entre todos debatirlas y buscar una solución.-

El teniente a cargo de la lspd levantó su mano,- yo tengo algo que decir,- Eric lo miró friamente avisándole así de que no fuera a decir nada que incomodara a Horacio.

-Adelante,- invitó y el hombre dió un paso al frente.

-Yo personalmente he tenido algún encontronazo con el director y quería disculparme,- miró al pelirosa,- sobre todo por las innecesarias palabras que le dediqué, es mi superior y la verdad es que no lo tuve en cuenta, a partir de ahora quisiera comenzar de cero y trabajar junto con el FBI, que nos apoyemos y nos ayudemos.-

-Me parece muy bien eso, ¿está de acuerdo H?,- preguntó el comisario posando sus azules sobre la figura del de cresta.

-Claro, nosotros no tenemos ningún problema siempre que se nos respete,- dijo escuetamente buscando con la mirada a Volkov quien ya se encontraba mirándole.

Se sonrieron pícaramente y el sargento se colocó bien en su sitio sintiendo sus mejillas arder al ver la lengua de Horacio repasar sus mullidos labios, esos que él disfrutaba cada vez que podía, los que mordía hasta dejarlos aún más rojos e hinchados de lo que ya eran.

El gesto no pasó desapercibido por el ojiazul, su cara de asco alertó al ruso, le miró desafiante mientras que Eric intentaba volver a retomar el hilo de la junta,- ¿alguien más tiene algo que decir?,- preguntó pero un silencio se hizo presente en la sala.

-Lo que quiero es que trabajemos juntos, nosotros no tenemos jurisdicción, somos rangos superiores pero nunca hemos actuado mal, hemos respetado a todos, os hemos dejado llevar los operativos y hemos apoyado en cada alerta, que no interferamos no quiere decir que no podamos hacerlo así que, si en algún operativo, yo o alguno de mis agentes se pone al mando, no os lo tomeis como un gesto de prepotencia, solamente queremos también poder hacernos cargo de alguna situación.-

Después de las palabras del director todos asintieron,- pues si no hay más que decir, podeis marcharos,- anunció el comisario dando por finalizada aquella reunión.

Volkov no se movió de su sitio, veía pasar a los agentes delante suya dirigiéndose a la puerta para volver a su trabajo, miró atento cada movimiento de Eric sabiendo que no iba a dejar marchar a Horacio sin antes entretenerlo con alguna excusa para que hablara con él.

No se equivocó, el de ojos azules caminó hasta el de cresta y cogió suavemente su brazo,- ¿vas a ponerte de servicio?,- preguntó sonriente escudriñando el rostro moreno.

-Si, quiero trabajar un rato, no mucho porque aún debo de tener tranquilidad pero si que me apetece patrullar,- comentó sin quitarle ojo al peliplata.

-Entonces me pondré de servicio y hacemos binomio, ¿te parece bien?.-

-La verdad es que iba a proponerle al sargento formar binomio, con él me apaño bien...- lo miró notando su molestia,- son muchos años trabajando juntos, ¿sabes?,- cada palabra punzó en el pecho del comisario quien con una falsa sonrisa se despidió saliendo por la puerta, dejándolos solos en aquella gran sala.

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