🦋CAP FINAL🇷🇺

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⚠️Angst sangre (leve)




-¿Qué haces teñido de rubio?, ¿creiste que no te reconocería?, estás realmente mal,- Horacio no daba crédito, ese hombre había perdido completamente los papeles y estaba dispuesto a todo,- deja de apuntar a Volkov, ¿qué cojones quieres de nosotros?,- preguntó deseando que el tipo le prestara atención a él, no al ruso.

-A tí, te quiero a tí y él es un obstáculo, no sé cómo cojones no te das cuenta de que este tio no te respeta, ni siquiera se quedó a tu lado, se largó a la lspd sin importarle tus problemas de corazón ni cómo te sentías,- el de cresta se sorprendió al escucharlo.

-¿Cómo sabes tú todo eso?.-

-Lo sé...no le des más vueltas Horacio, conmigo estarás mejor, yo cuidaré de tí,- lo miró fijamente sin dejar de apuntar al subdirector que aún se encontraba inconsciente por el golpe recibido,- conmigo vivirás bien, serás feliz por fin...- su mirada no se enfocaba, estaba fuera de sus cabales.

-Estás como una puta cabra si piensas que Volkov no me cuida, él me quiere y volvió por mí, jamás he sido tan feliz como cuando estoy junto a él,- sus llorosos bicolores se fijaron en la figura de su amado,- no vas a conseguir separarnos aunque nos mates.-

El excomisario dejó de apuntar al peliplata, rascó su sien con el arma, su rostro ardiendo por la rabia al escuchar las palabras del director quien se mantenía firme y con su cabeza en alto esperando por lo peor.

-Así que...¿prefieres morir a dejar a este tio?,- preguntó caminando hacia Horacio.

-Si ese es el trato...sí,- su voz sonó segura y ronca, bajó sus manos cruzándose de brazos dispuesto a rendirse ante lo inevitable.

-Tú has elegido tu camino...lo siento.-

Tres disparos fueron efectuados en el cuerpo del director del FBI, cayó al suelo viendo pasar su vida ante sus ojos, todos y cada uno de sus recuerdos junto a cada persona que había conocido en su dura vida, los últimos años con su amado ruso, cada abrazo que se dieron, cada paseo, cada momento vivido junto a él, hizo que sonriera.

Giró su rostro para verlo una vez más, ni siquiera podía decirle cuanto lo amaba, aúnque sabía que Volkov era consciente de ello, observó su rostro antes de cerrar sus ojos, no quería irse pero la vida se le escapaba de las manos, aquella vida que soñó junto a él se apagaba y Horacio no podía hacer más que dejarse llevar...

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-¿Horacio?,- las manos blanquecinas movieron con suavidad el cuerpo del director,- Horacio por favor...- sabía que no iba a haber ninguna respuesta pero las palabras salían entre el llanto desconsolado, lágrimas bañaron la ropa del de cresta, esas que caían incesantes de los grises que no podían dejar de observar el rostro canela, tanto dolor en su pecho, su corazón partiéndose en mil pedazos, su sol se había apagado.

-Volkov levanta, tienen que llevárselo,- Maia tiraba de los hombros del ruso intentando que se apartara de Horacio.

-No puedo...no quiero que se lo lleven...por favor esperen,- los médicos necesitaban sacar al director de allí, no había nada que hacer por él pero debían preparar el cuerpo para su posterior entierro.

Varios agentes sujetaron al subdirector quien entre gritos desgarradores veía alejarse al que era el amor de su vida, ese que jamás volvería a sonreirle, al que nunca más escucharía, la persona más noble y valiente que conoció, la historia de amor que traspasó años para hacerse realidad.

Maia se llevó al peliplata a la sede, ni una palabra fué pronunciada por nadie, solo le escuchaban desahogarse entre hipidos y maldiciones, ese hombre había quedado destrozado pero al menos los agentes de la rubia había acabado con el loco que había dado muerte a su pareja, él ya no volvería a hacerles nada porque ya le había quitado todo y ni con él fallecido, encontró consuelo.

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