Cartas a mis amores fallidos

Carta 2

Querido Amor...

¿Recuerdas la vez que me sentía muy insegura de mi misma? Me imagino que te estarás preguntando cuál de todas las veces porque vamos, soy demasiado insegura.

Existió un momento en específico en el que me sentía tan mal conmigo misma por mi peso y mi apariencia que incluso tenía conté que quería quitarme la vida, que ya no aguantaba más y esa era la verdad, yo ya no quería nada, ya no buscaba soluciones, solo buscaba algún escape al dolor.

Pero fueron tus palabras las que me ayudaron aquel día en el que planeaba tirar la toalla, bueno, aunque ni tanto fueron palabras amables eh, te gustaba llamarme la atención... pero bueno, ese no es el caso, dijiste algo que a mi me entristeció y me molestó a la vez; dijiste que yo no te amaba y yo me indigné por tal comentario, ya que te amaba con todo mi ser, dijiste: no me amas porque tú no te amas, y yo solo te quede mirando esperando algún contexto a lo que decías y solo dijiste lo siguiente: si tú no tienes la capacidad de amarte a ti misma, tampoco podrás amarme a mí porque no tienes de donde sostener ese amor que sientes, no tienes de donde aferrar aquel sentimiento porque en realidad no lo sientes.

Ese día, esas palabras calaron mucho en mi y debo decir que te agradezco por eso.

Creo que eso es lo que más extraño de ti, que siempre tenías las palabras correctas para decirme, siempre tenías los mejores consejos, siempre estabas ahí para mi pero con respecto a nosotros, bueno, ese ya es otro tema, lo de nosotros siempre fue complicado.

Te escribo esta carta porque quería contarte qué tal vez no me amo por completo pero, estoy en proceso de amarme.

Con mucho amor y tristeza,
una joven enamorada de sueños rotos.