Capítulo 6

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Isabell

Estacionamos frente a la casa de Matt y esperamos a que nos abra el garaje de su casa, no queremos que algún vecino imprudente nos vea cargando a un hombre ensangrentado y se le dé por llamar a la policía.

La adrenalina corre por mis venas poniendo a galopar a mi pobre y asustadizo corazón.

Veo subir lentamente el maldito portón del garaje y parece que pasan siglos hasta que se abre en totalidad, una vez dentro Matt nos ayuda a sacar al tipo del auto con mucho cuidado y lo lleva hasta el sillón de su casa que tiene un plástico encima.

—No voy a hacer preguntas aún porque este hombre apenas y está con vida —dice con premura colocándose unos guantes quirúrgicos—, pero que sepan que espero que me cuenten como es que han acabado cargando ustedes mismas a un hombre en tan deplorable estado y salvándole la vida.

—El termino salvar aún no lo podemos usar, pero sí, te contaremos todo luego —hablo yo pasándole unas tijeras cuanto me lo pide.

Corta la camisa del hombre y observa con ojo analítico sus heridas.

—Ha perdido mucha sangre, aquí no puedo saber qué tipo de sangre es para poder suministrarle por lo que tendremos que parar el sangrado y estar atentos en todo momento.

Asiento con la cabeza, aunque Matt no me vea, está limpiando con sumo cuidado la herida del costado de su abdomen.

—¿Sobrevivirá? —cuestiona Alexa sentándose en uno de los muebles.

—Voy a hacer lo posible para que eso pase.

—Eso no contesta mi pregunta.

—Pues tendrás que conformarte con esa respuesta, amor. El estado en el que está es delicado, el que no lo hayan atendido expertos lo más pronto posible nos deja con pocas posibilidades por la gravedad de sus heridas.

Alexa queda en silencio y yo me acerco con pasos vacilantes a ayudar a Matt que está ahora desinfectando la herida.

—Pásame las gasas —me pide extendiendo la mano hacia mí.

Las ubico en la bandeja de acero que está a un lado del sillón y se las doy.

Se pone a trabajar y envuelve la herida con ellas haciendo un poco de presión.

—Isa ayúdame ahora a recostarlo.

—Eh, Matt...también tiene algunas heridas en la espalda —le informo en cuando me percato de sus intenciones de acostarlo sobre su espalda.

—Mierda —lo endereza—. Veamos el estado en el que están.

Lo ayudo a terminar de acomodarlo para que pueda ver como se encuentra su espalda.

Suelta un suspiro de alivio luego de verle la espalda.

—Por suerte no es muy grave, solo limpiaré sus rasguños y ya.

Lo hace y termina secando su espalda suavemente con más gasas.

—Ok tenemos una complicación, el pantalón se adhirió a la piel herida de la pierna y la epidermis está muy lastimada.

A decir verdad, se ve feo, su pierna es un revoltijo de piel, sangre y tela.

Matt toma unas pinzas y las tijeras y comienza a retirar el pantalón del cuerpo del hombre inconsciente en partes, en ocasiones es necesario que jale un poco y se puede ver como la tela del pantalón se aferra con vehemencia a la piel para no soltarla.

Hago una mueca.

Después de unos minutos que parecen horas Matt se levanta quitándose los guantes y nos pide que lo sigamos afuera de la habitación.

Tiro a ciegas © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora