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Ochako estaba desesperada, no podía salir de la mancion, se sentia encerrada y era frustrante.
-¿porqué no puedo salir?- preguntó fastidiada nuevamente. Y su esposo Izuku sintió un tik en su ojo.

-ya te lo expliqué, corres peligro. Katsuki se metió con el novio de Shigaraki y es más que seguro que vendrá a cobrar venganza-
Explicó con tranquilidad, aunque realmente estaba estresado y fastidiado, era la quinta vez que la chica preguntaba lo mismo.

-pero yo no tengo nada que ver en eso- ella hizo un  puchero mientras recargaba su cabeza en el escritorio de Izuku.

-lo se cariño, pero ese hijo de puta es capaz de cualquier cosa, con tal de jodernos a Katsuki y a mí- el peliverde acarició con amor la mano contraria.
-no quiero que te pase nada, ¿entiendes?-
La castaña asintió y se recosto sobre el escritorio con aburrimiento.
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En el jardin trasero de la mancion, había plantas y flores preciosas, que realmente nadie plantó, solo habiam crecido ahi por si solas.
Shoto se encontraba ahi, porfin podia salir aunque fuera solo al jardín. Katsuki se lo permitió solo con la condicion de que se mantenga cerca de él.

El mitad albino estaba admirando las flores, aunque solo fue una escusa para sentarse en el pasto, pues aun estaba muy debil y sus piernas y caderas estaban demaciado adoloridas, aunque ya hayan pasado tres días despues de la última vez que el rubio se excedió en la cama. Katsuki se mantuvo atras de él, en completo silencio.

-son muy bonitas- el menor dijo aquello al aire, con un tono suve.

De pronto algo llamo su atención, algo hizo mover las bolsas de basura que habia detras de la casa, al principio no le tomó demaciada importancia, pero después logro ver como una especie de pelaje blanco, su curiosidad aumentó, entonces con dificultad se levantó y camino lentamente hacía el lugar.
Katsuki no se movió, solo se puso alerta por si hacía algun movimiento extraño.

Shoto creyó que sería algun tipo de animal carroñero, y cuando dió media vuelta para irse, un pequeño conejo blanco con manchas negras, salió a toda velocidad y huyo hasta el otro extremo, pero pronto dejo de correr y se quedo quieto.
Shoto un poco extrañado y a la vez emocionado se acercó y el conejo no hizo nada, solo movía su nariz y respiraba de manera agitada. Entonces el chico lo tomo en brazos con mucho cuidado y lo sintió temblar.

-¿qué tienes ahi?- preguntó Katsuki, cuando vió a Shoto cargando un sucio animal.

-es un conejito, creo que esta herido y tal vez hambriento- levantó al pequeño animalito y se lo mostro a Katsuki, él puso su mano manteniendo la distancia.

-uhg apesta, alejalo de mi-
Shoto lo miro con desaprobación y abrazó al animalito.

-¿p-puedo quedarmelo?-
Sus ojos inmediatamente expresaron súplica y Katsuki solo rodó los ojos.

-eres demaciado infantil, si vas a conservar esa cosa tú te encargaras de limpiar su porquería....y dale un baño o limpialo. Es apestoso-
Shoto inmediatamente se alegró y acarició con suavidad al pequeño animal. Emocionado lo llevó con el en brazos.

Ambos iban caminando por la sala de la mancion, directo a la habitación nuevamente.
-pero, ¿se puede quedar en la habitación? ¿donde le daré comida? ¿qué le daré de comer? ¿donde va a dormir?- Shoto bombardeó con preguntas a Katsuki, quien claramente no poseía mucha paciencia. Entonces en cuanto el ambiente comenzó a cambiar sobre Shoto, fue que guardó silencio.

-¡ya basta!...- gritó con coraje y el menor inmediatamente se encogió y agachó la cabeza -si haces una pregunta más, dormiras afuera con esa bola de pelos-

Shoto se entristecio inmediatamente, solo se aferro al conejito en sus brazos.

-¡wow! ¿de donde lo sacaste?- se acercó muy emocionado kirishima.
Y Shoto se volvió a escoger, por el gritó del pelirrojo, aun que claramente esa no era la intención de él.
-oh lo siento, no quería asustarte-
Shoto levantó la mirada y sonrió un poco.

 𝑷𝒐𝒓 𝑼𝒏𝒂 𝑨𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂~ (ᵇᵃᵏᵘᵗᵒᵈᵒ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora