21. POSIBLES AMENAZAS

186K 14.4K 2.5K
                                    

Oh, antes de ti, buscaba una rareza,
oh, tú me mostraste cosas
que nunca pensé que vería
***


ASIER

Dos semanas después de aquel día en que nos dejaron salir temprano y Naira y yo nos hicimos novios, vuelven a tener una reunión de maestros.

Todos los estudiantes están gritando y reuniéndose en grupos para ver lo que harán, menos yo. Yo me hallo solo sentado mirando por la ventana pensando en que Naira me llamó esta mañana desde su casa avisándome que se encontraba muy enferma y no iba a venir. También me aviso que no tratara de llamarla porque había perdido su celular. Es por eso que quiero ir a visitarla, porque no podré hablar con ella como todas las noches, mas no estoy seguro de que sea buena idea. Con eso de que su mamá es demasiado estricta, tengo miedo de no gustarle para su hija. Ella me dijo que podía ser muy intimidante, pero que era genial una vez que la conocía y entraba en confianza.

«Le caerás bien», me dijo. Sí, bueno, no estoy muy seguro de eso.

Tomo mi mochila cuando la profesora de química da por terminada la clase, exasperada por no poder mantener el orden, y me dirijo al patio principal para esperar a Fidel. Le pregunté en la mañana si me podía llevar a casa, así que solo espero no lo haya olvidado. Conociéndolo, seguro ya hizo planes para irse por ahí y no llegar a su casa. No lo culpo, ese ambiente no es el mejor, por lo que casi siempre se encuentra en casa conmigo.

Mis papás lo adoran a pesar de ser muy problemático, lo quieren como a un hijo más y por eso nunca dicen nada cuando se queda a dormir sin avisar o se la pasa toda la tarde ahí.

—Hey, tú —escucho que alguien grita. Giro mi cabeza con un poco de curiosidad y encuentro al tipo que una vez besó a Nai recargado en una camioneta. Miro a mi alrededor y no veo a nadie más poniéndole atención.

Su mirada está fija en mí por lo que señalo mi pecho con un dedo.

—¿Yo? — Él solo asiente, así que me acerco.

—¿Has visto a Kea? —pregunta cruzándose de brazos y recargando su espalda sobre la puerta del coche—. Sabes quién es, ¿no?

—Oh, sí.

Recuerdo que Nai me dijo que era el hermano de Kea, por lo que no se me hace raro que pregunte por ella.

—¿Sí qué?

—Sí la conozco —contesto.

Deja escapar una bocanada de humo por su boca e inmediatamente después le da otra calada al cigarrillo que tiene entre sus dedos.

—¿Y la has visto? —vuelve a preguntar arqueando las cejas. Niego con la cabeza y él resopla—. Vale, gracias. Si la ves dile que vine por ella y que no la iba a estar esperando todo el día. Que me fui y que pida un taxi. O un aventón. —Se da media vuelta antes de que pueda responderle, pero entonces se detiene y vuelve a girar hacia mí con el ceño un poco fruncido—. ¿Tú eres el novio de Nai?

—Uh, sí, ¿por?

El chico, Diego si no me equivoco, rastrilla su mirada sobre mí con un gesto divertido. Al volver a encontrarse con mi mirada sacude la cabeza y suelta una risa corta.

—Qué bajo ha caído —murmura, entonces comienza a alejarse dejándome ahí bastante confundido por lo último que dijo.

—¿Algún problema con que sea su novio? —pregunto demasiado alto antes de poder detenerme.

No sé de dónde ha salido ese repentino valor, pero ahora debo atenerme a las consecuencias. Yo no suelo ser así, escandaloso, pero me ha molestado mucho que diga eso de mí. Porque quiso decir que yo no era suficiente para ella, ¿no? Y eso... molesta bastante.

Amor de libro [ADL #1] -PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora