26. DOLOROSAS EXPLICACIONES

150K 13.2K 3.7K
                                    

Puede que tengas razón, pero no me importa.
Hay un millón de razones por las que me debería rendir,
Pero el corazón quiere lo que quiere.
***


NAIRA

Diego deja escapar una risa nerviosa y luego da un paso hacia atrás. Mira entre Asier y yo y se encoge de hombros, despreocupado.

—Dile a Kea que vengo por ella mañana —dice. Pasa una mano por su cabello y luego se inclina a besar mi mejilla—. Nos vemos, preciosa.

Comienza a alejarse hacia su camioneta y lo veo asentir en la dirección de Asier, quien no me quita la vista de encima. Algo en su mirada hace que entre en pánico.

Me acerco a él con cuidado y tomo su mano, pero él la retira con cuidado cuando escuchamos el auto de Diego encenderse y luego alejarse. Mi corazón duele ante su retirada, pero no digo nada. Asier da un paso hacia atrás y deja escapar un suspiro lleno de frustración que me comprime el corazón.

Fijo mi mirada en su rostro, sin embargo él la desvía. No quiere verme por lo que posa sus ojos en el suelo y yo me muerdo el labio sintiendo que el estómago se me desploma. No se mueve, no me mira, no dice nada... y tengo miedo.

—Asier, dime algo —pido después de varios segundos, cuando el silencio se vuelve insoportable.

Lo veo sacudir la cabeza y pasar saliva con dificultad.

—Creo que debí haber esperado a que contestaras mi mensaje —susurra sin despegar la vista de sus zapatos—. Yo... ¡Dios!

Patea una piedra en el piso y se gira quedando de espaldas a mí. Veo que pasa una mano por su cara y luego mira al cielo, como si este tuviera las respuestas a las preguntas que se acumulan en su interior.

—Háblame, no te enojes. Todo esto se puede explicar —suplico.

Siento que puedo echarme a llorar solo por la expresión que tiene cuando vuelve a girarse. Como si lo hubiera lastimado profundamente.

—No sé qué decirte, Naira. No... No tengo palabras para decirte lo mucho que me lastimó la mirada que le dabas. Tú... todavía lo quieres por más que lo niegues y eso me está matando justo ahora —dice dolido—. Y no estoy molesto. No estoy seguro de poder molestarme contigo, pero estoy... completamente... deshecho —concluye en un susurro.

Comienzo a sacudir la cabeza con fuerza y él deja caer la cabeza hacia el frente como si estuviera destrozado.

—Yo no lo quiero, Asier. Estoy contigo por algo. Solo tú, solo te quiero a ti. Yo...

—Te vi, Nai —me interrumpe—. Noté cómo te miraba y cómo lo veías tú de vuelta. Esa mirada gritaba tantas cosas. Puede que me quieras, pero lo quieres más a él, ¿no es así? No lo has superado... y yo no sé si quiero estar así.

Vuelvo a sacudir la cabeza con ímpetu y doy un paso hacia él. Tomo su mano y esta vez no la retira.

—No. No, no y no. Él ya pasó, ¿sí? No somos nada ni lo seremos jamás. Estoy contigo y aquí a tu lado es donde quiero estar —admito. Veo que cierra sus ojos con fuerza como si tuviera mucho dolor y siento que los míos arden por lágrimas no derramadas. Creo que podría ponerme de rodillas y pedirle perdón, suplicarle que me perdone.

—Te quiero tanto —dice, y aquello hace que el alivio corra por mis venas.

—Y yo a ti —susurro.

—... pero creo que es mejor que nos demos un tiempo.

Mi pecho se aprieta ante sus palabras y siento una gota resbalar por mi mejilla cuando abre los ojos y veo la resolución escrita en ellos.

Amor de libro [ADL #1] -PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO ✔Where stories live. Discover now