Extra V | Por el resto de mi vida

132K 9.3K 1.4K
                                    

Parece que fue ayer cuando por primera vez ella dijo "hola".
Es curioso cómo vuela el tiempo cuando estás enamorado.
***


ASIER


El día. El tan esperado día ha llegado al fin.

Después de casi un año desde la proposición que le hice a Naira, luego de habernos graduado con honores, el momento de hacer nuestros votos está a escasos minutos de volverse realidad.

Tantos planes, tanto estrés, tanta ansiedad, tantos arreglos, tantas invitaciones... Todo el trabajo de los pasados meses viene a desembocar aquí, en esta ocasión. En un momento para conservar en nuestras memorias por siempre.

Acomodo mi corbata por enésima vez y suspiro mirando mi reflejo. Me repito mentalmente que no tengo por qué estar nervioso. Es Naira. Mi novia, prometida, el amor de mi vida. Mi casi esposa.

Después de este día es lo que seremos: esposos. Marido y mujer.

—Dios, parece como si te fueras a desmayar en cualquier momento. ¿Estás bien? ¿Completamente seguro de lo que vas a hacer? —pregunta Fidel colocando sus manos sobre mis hombros—. Puedo sacarte por la salida de emergencia si quieres, nadie va a notarlo. O puede que un fuego sea una buena distracción...

Resoplo divertido y dejo escapar una risa por las locuras que dice, logrando así que la tensión se libere un poco de mi cuerpo.

—Lo dudo, ya que yo soy el novio.

Por el espejo puedo ver una sonrisa que se extiende en su rostro.

—Lo sé, solo quería que te relajaras un poco. Lo logré, ¿no? —Palmea mi espalda y se aleja hacia el pequeño bar en la habitación—. Necesito muchos de estos si quiero sobrevivir esta noche —exclama elevando un pequeño vaso que contiene alcohol.

Aliso las solapas de mi traje y me giro en su dirección después de mirar mi reflejo por última vez. Elevo un dedo y hago una seña para llamar su atención.

—Creo que necesito uno también.

Lo veo servir otro trago, tenderlo hacia mí y entonces me acerco para beberlo en un solo movimiento fluido. La quemazón en mi garganta me hace toser y carraspear para tratar de aliviarla.

No soy un gran fan de la bebida, pero siento que esta vez la necesito. Quiero aplacar mis nervios y la cosa es que ni siquiera sé la razón por la que estoy a punto de enloquecer. Siento como si me ahogara dentro de mi propia piel, como si esta fuera demasiado ajustada para mi cuerpo y debiera arrancarla para poder respirar con libertad. Es un sentimiento odioso.

¿Por qué me encuentro así?

Cierto, es un paso muy, muy importante, pero he estado deseando hacerlo desde que tuve la certeza que Nai era la chica. La mujer con la que quería casarme, formar una familia, pasar el resto de mi vida. Eso es lo que quiero... ¿no?

Un golpe en la puerta me hace dar un pequeño salto sorprendido.

—Todo listo. Cuando quieran podemos empezar. —La voz de mi suegro tras la puerta me pone todavía más nervioso al punto de casi hiperventilar.

—Bien —responde mi amigo por mí—, ya vamos. —Cuando se gira a verme una expresión de pánico que rivaliza con la mía surca su rostro—. Hey, tranquilo. Siéntate.

Empuja mi hombro un poco hacia atrás y la parte posterior de mis rodillas toca una silla que no había visto. Tomo asiento y cierro los ojos momentáneamente.

Amor de libro [ADL #1] -PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO ✔Where stories live. Discover now