La Quinta Shelby: Secretos y Mentiras

Por Lilith.

POV'S LILITH.

El sábado por la mañana estaba contestando algunas cartas, desgraciadamente no podría participar en el desfile de modas de Daphne, y tenía que muchas cosas que contarle a Regi.

-¿En dónde está mi nieta? –Se escuchó en la planta baja.

¿Abuelo?

Larissa dejó el bordado que estaba haciendo y se asomó a las escaleras.

-Señor Grindelwald –Suspiró mi doncella ya que la espantó.

-¿Cuándo planeabas decirme que estabas así? –Me preguntó mi abuelo pasando de largo.

-La verdadera pregunta es ¿Cómo te enteraste?

-Antonia me lo dijo, ayer fue la despedida de la convivencia entre países y Hogwarts, Theseus comentó que iría por sus hijos y yo quise aprovechar para darte la sorpresa y visitarte, claramente la sorpresa me la llevé yo.

-Te juro que estaba por escribirte.

-No me mientas Lilith.

-Lo siento, es solo que no pensé que fuera necesario hacerlo.

-En fin ¿Ya te han revisado?

-De hecho, hoy vendrá el doctor.

POV'S THOMAS.

Salí de la oficina temprano, mi agenda marcaba la revisión de Lilith y era algo que me gustaba supervisar.

Era difícil aceptarlo, pero desde que me enteré de lo que le había pasado, me había vuelto muy paranoico cuando de hombres a su alrededor se trataba.

Incluso con su profesor estuve nerviosos, a pesar de conocer a Lupin ordené que la casa estuviera vigilada y Jeremiah estaba siempre en la casa.

Al llegar fruncí el ceño ya que había otro auto en la entrada, entré y Polly se acercó a mí.

-No alteres a tu hija y evita las peleas –Me advirtió.

Escuché risas en la parte de arriba y subí las escaleras corriendo.

La puerta de Lilith estaba abierta y al entrar Gellert tenía puesta una corona de cartón.

-Papá –Pronunció mi hija al percatarse de mi presencia.

Gellert se giró hacia mí, se quitó corona y se aclaró la garganta.

-Thomas.

-Gellert, no sabía que estarías por aquí.

-Me enteré de que mi nieta estaba lastimada, tenía que venir.

-Llegó el doctor –Nos informó Polly mientras entraba con él.

-Señor Shelby.

-Doctor Lodge.

-¿Y si es un buen doctor? –Cuestionó Gellert.

-He atendido a la familia Shelby por más de 28 años –Se defendió Lodge.

-Será mejor que dejen que el doctor haga su trabajo, caballeros –Polly nos apartó y Lilith se preparó.

-A simple vista se ve muy bien, ¿Has estado haciendo los ejercicios que te receté en mi última visita? –Le preguntó a Lilith.

-Sí, de igual manera he estado siguiendo mi hidroterapia.

-Muy bien –Se acercó a ella y me tensé –Voy a tocar y en cuanto te duela me avisas ¿De acuerdo? –Ella asintió y el chequeó comenzó.

Durante algunos movimientos Lilith se quejó y de reojo vi que no era el único tenso, Gellert también se veía nervioso y sus nudillos estaban blancos debido a la presión de su puño.

-¿Cómo la ve doctor? –Preguntó Polly.

-Lilith es una chica sana, parece ser que todo va bien, es buen momento para empezar con la fisioterapia.

-El cuarto especial para eso ya fue acondicionado en Shelby Manor –Informé –El lunes ella ya estará ahí.

-Bien, entonces el lunes comenzaremos con las terapias, estaré presente en la primera sesión, pero debe entender que está es otra rama, llevaré a un buen colega.

-¿Hay algo más?

-Sí, el pie de Lilith seguramente seguirá inflamándose después del ejercicio, pero debido a que la mayoría de los analgésicos contienen butiliocina, será mejor que ella continúe con la hidroterapia y los jarabes que le receté.

-Muchas gracias doctor.

-No hay porque agradecer, nos vemos el lunes Lilith y trata de moverlo más.

-Así lo haré.

-Lo acompaño a la puerta –Se ofreció Polly.

-Caballeros, no es por nada, pero tengo que darle un baño a Lilith –Dijo Larissa y nosotros salimos.

-¿Gustas un trago? –Le dije a Gellert y asintió.

-¿Seguro que tienes lo necesario para su pronta recuperación?

-Sí, el doctor me dio una hoja con lo que necesitaría, afortunadamente el gimnasio que mis hijos tienen en casa será de mucha ayuda, solo tuve que comprar un par de cosas.

-Espero no te moleste, pero me gustaría estar con Lilith unos días más.

-¿No tienes trabajo?

-Confío en Thesus, además, mi lado de Europa está tranquilo, pero no puedo decir lo mismo del tuyo.

-¿De qué hablas?

-Me preocupa la seguridad de mi nieta, no estoy aquí solo por su pie, sino por esto –De su abrigo sacó un telegrama y lo leí.

"Morsmordre"

-¿Es de...?

-Sí, pero es un idiota si cree que lo ayudaré, al fin y al cabo, uno de sus hombres fue el que disparó el arma aquel día.

-Lilith estará bien.

-¿Seguro? Porque te recuerdo que comparte apellido "con tus hijos".

-Si quieres una conversación pacifica será mejor que no los menciones.

-No vengo a provocar una guerra, pero estoy seguro de que pronto entrarás en una.

-No necesito de ti Gellert, acabe con ellos una vez, lo haré de nuevo de ser necesario.

-Antes la orden te respaldaba, ¿Crees que será así de nuevo? Bien sabes cómo terminó la última vez, sus respuestas pacifistas le dieron solo una condena, pero él merece la muerte.

-Lo creas o no, los Peaky Blinders ya no necesitan de la orden.

-Deja que me la lleve.

-No, su familia está aquí.

-¿Y yo no soy su familia?

-Aquí está su hogar.

-Sigues siendo terco.

-Lilith lee los diarios de May.

-¿Qué?

-Los encontró, pero no los tiene todos.

-¿Cómo estás tan seguro?

-Dudo que tenga los primeros, porque aún te quiere a ti; y dudo que tenga los últimos, porque aún me quiere a mí.

-Bien, y si ella me quiere es porque tú tampoco le has dicho nada.

-Cuando regresó se le veía muy feliz contigo, te adora como abuelo y no seré yo quien le maté esa ilusión; pero si intentas alejarla entonces lo haré.

-Bien, pero al menos deja que te mande buenos hombres y armas.

-Te compraré las armas, pero no quiero a tu gente ¿Entendido?

-¿Me dejarás quedarme?

-Es tu nieta, puedes hacerlo, pero si una guerra explota no quiero que intervengas, pero tienes mi palabra que si se torna muy peligroso yo mismo la llevaré a Nurmengard.

-Está bien –Sirvió un poco más y me inclinó en forma de brindis –Por Lilith.

-Por Lilith –Respondí y ambos bebimos.