Especial, Cumpleaños De Azael.

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POV'S AZAEL.

9 de septiembre de 1928.

Edad: 10 años.

Desde que me había mudado con papá y May había comenzado a disfrutar mis cumpleaños.

May solía hacernos una corona y nos decía que éramos los reyes de la casa.

-Buenos días mi niño –Entró May con mi corona y sonreí al ver que era azul.

-Buenos días, mamá.

-¿Listo para tu día de cumpleaños? He planeado un día muy entretenido.

-¿De verdad?

-Sí, así que te espero abajo.

-¿Sabes si vendrá Tom?

-Bueno, es prácticamente su primera semana en Hogwarts, así que no podrá venir, pero Mattheo y Lilith ya te están esperando.

-Está bien.

-Nos vemos en un ratito –Me dio un beso en la mejilla y salió de mi cuarto.

Me levanté de mi cama y mientras me cepillaba los dientes noté que ya tenía uno flojo.

Bajé con mi corona puesta y en el comedor había muchos cupcakes.

-Feliz cumpleaños –Gritaron mis hermanos.

-Feliz cumpleaños hijo –Papá me extendió los brazos y corrí a él.

-Muchas gracias.

-Hice que prepararan cupcakes de tus sabores favoritos, hay de mora, zarzamora, fresa y dulce de leche –Dijo May y me dio un plato.

Me serví uno de cada sabor y un lacayo me sirvió leche fresca.

-Arreglé una llamada a medio día para que Tom y tú puedan hablar un rato –Comentó papá y yo me puse feliz.

Una vez que el desayuno terminó papá dijo que tendría una reunión pero que regresaría para la cena y me daría mi regalo de cumpleaños al volver.

-Muy bien, ahora sí, es hora de que comience el día que te planee –May se levantó y mis hermanos también –Preparé una búsqueda del tesoro, Mattheo y Lilith te van a ayudar, pero tú tienes que descifrar las pistas ¿De acuerdo?

-Sí –Respondí emocionado.

-Perfecto –Me extendió una nota y la tomé –Esa es la primera.

"Los peces no pueden verme, pero si vivir en mí, tú puedes verme, pero no vivir dentro de mí"

Agua.

Tenía que buscar algo con agua.

Rápidamente pensé en la alberca y corrí afuera de la casa.

-Toma, te va a ayudar –Dijo Lilith dándome una caja.

Ella corrió adentro de la casa y yo la abrí.

Adentro había un palo de madera, una cuerda y un imán.

Al principio no entendía que tenía que hacer, pero luego noté que había tres latas flotando en el centro de la alberca y entendí que tenía que hacer una caña de pescar.

Mientras trataba de hacerla, los nudos no me salían muy bien y comencé a frustrarme, quería aventar todo hasta que recordé lo que May me había enseñado para controlarme, así que dejé las cosas y me concentré en respirar lento.

Una vez que ya estaba más calmado, intenté los nudos nuevamente y me sentí satisfecho al lograrlo; arrojé el imán con la esperanza de acertar a la primera, pero fue hasta mi tercer intento que atrapé la lata correcta, la abrí y saqué el papel que había.

La Quinta Shelby: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora