III

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Sanji despertó temprano a preparar el desayuno, camina tranquilo mientras enciende su típico cigarrillo, zoro no está en su hamaca lo cual, en realidad, no le sorprende él espadachín suele dormir donde sea, no le tomo importancia.

Entro a la cocina, nuevamente todo parecía estar demasiado limpio, la situación lo comienza a irritar, dio algunos pasos dentro y fue directo, como hacia todas las mañanas, a la bodega a buscar todo lo necesario para el desayuno, allí guarda tablas de picar, algunas ollas y demás cosas, se detuvo al cruzar la puerta.

Últimamente no podía evitar pensar en esa extraña sonrisa que zoro le dedico hace unos días, sospecha seriamente qué algo extraño le sucede, aveces solo pasa junto a él y lo observa, otras irrumpe en la cocina solo para preguntarle cualquier idiotez, y ahora al girar su cuerpo luego de coger lo que necesita ahí esta él, otra vez, durmiendo muy comodo en la bodega de su preciada cocina, se detuvo frente a él y golpeó con fuerza la madera bajo sus pies, quería despertar al sujeto en cuestión, no lo consiguió.

Miró a su alrededor, todo allí parecía indicar que, quien organiza el lugar por las noches es él, sanji se detuvo un momento a pensar

Porque ese repentino cambio de actitud, viniendo de zoro lo confunde completamente, frunció el ceño, no es que aquello le moleste, en absoluto, simplemente no lo entiende y odia no entender las cosas, decidió dejarlo allí e ir directo a preparar el desayuno.

Zoro profundamente dormido no escucho a sanji en su momento, pero si qué sintió el deliciosos aroma a comida y fue ello lo que lo levanto, comienza a sentir hambre, en cuando abrió los ojos miro a su alrededor, seguía en la bodega.

-aaah - suspiró mientras estira su cuerpo - debí quedarme dormido cuando vine a guardar estas cosas - observó los utensilios de limpieza y se puso de pie.

Despreocupado, salió a paso normal de la bodega mientras boztesa ampliamente y restriega uno de sus ojos, y finalmente se detiene frente a sanji, quien parece darle la espalda, es un buen momento para salir sin ser visto, atravesó la corta distancia hasta la puerta y fue, finalmente, detenido.

-¡oe, Marimo! - exclamó sanji desde donde estaba, zoro se encogió de hombros y se giro lentamente

-¡oh! ¡Cocinero! - fingió demencia -¡Buenos días! - exclamó.

-siéntate - sanji ordenó con voz sería.

Zoro entrecierro su mirada, obviamente si sanji esta allí, cocinando, lo vio dormir en la bodega y seguramente sería regañado.

-no robe nada - aclaro volviendo en sus pasos, se detuvo frente a sanji a una distancia prudente, por si recibía una patada

-toma esto, siéntate y come - sanji quien hasta ese momento seguía de espaldas, se giro con un plato en una de sus manos y un jarra de lo que parecía ser jugo de mandarinas.

Zoro abrió su mirada de forma exagerada sorprendido.

-¿esto es para mi? - preguntó confundido, sus tripas gruñen con fuerza cundo observa fijamente tres bolitas de arroz en el plato qué sanji carga.

-¡claro que si idiota! - exclamó - ¡tomalo antes de que me arrepienta! - sanji frunció el ceño.

-¡gracias sanji! - zoro sonrio ampliamente enseñando todos sus dientes, un ligero toño rosado creció en sus mejillas, imperceptible a los ojos de sanji, quien a su vez parecía mortalmente sorprendido con ese último gesto de zoro.

Feliz y contento se sento en su lugar y desde allí, una vez agradeció la comida comenzó a comer.

Sanji le dio la espalda, su corazón comenzó a latir como un loco y sus manos tiemblan desesperadamente nerviosas, zoro lo llamo por su nombre luego de decirle gracias y eso, definitivamente, logro acelerar su pulso y respiración.

El Secreto De ZoroWhere stories live. Discover now