Capítulo Extra

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"la primera vez de Zoro y Sanji"

Bueno mis queridos lectores, comenzaré diciendo lo primero que necesitan saber y es que nuestro querido Sanji no hace otra cosa más que pensar en Penes. O quizás, no en "Penes" como tal, más bien "el pene de él" de Zoro, no puede evitarlo, desde que irrumpió en la habitación por la mañana no puede dejar de evitarlo, ni borrar de su mente la escena triple equis que presenció sin querer. Allí se encuentra sentado, fingiendo demencia mientras pelea contra Luffy para que no robe su comida, tan despreocupado y relajado. -como siempre. Pensó soltando un bufido molesto.

De vez en cuando cruza la mirada con él, con seriedad, cinco segundos contados puede apostar Sanji y sólo alcanza a ver un leve y muy suave tono rosado en sus mejillas. Uno que le muestra sólo a él cuando se siente avergonzado por algo.

¿Que pasó con esa actitud? , se preguntaran, para eso volveremos a los sucesos de la mañana.

- - - - -

Sanji suele últimamente dormir con Zoro desde que lo acepto como su compañero, se abrazan y besan -aunque sólo de forma superficial. Su relación solo es eso, sin segundas intenciones - no todavía - y si alguno lo sentía ninguno es capaz de decirlo abiertamente. Extrañamente comenzó a lavar la ropa de Zoro de forma voluntaria y aunque el peliverde le insiste en que deje eso, porque "el mismo puede lavarla" Sanji frunce el ceño y le responde "tu solo la mojas con agua y luego la extiendes, eso no es lavar Marimo". Se encuentra caminando al baño con la muda de Zoro perfectamente doblada y limpia, oliendo a flores. Golpeó la puerta, la regadera aún suena y decidió entrar a dejar la ropa en algún lugar.

-oe, Zoro te traje ropa limpia - comento con calma, Zoro no responde.

Hasta ese momento se encuentra dándole la espalda a la regadera, no se atreve a voltear por miedo a encontrarse con el desnudo cuerpo de su nuevo compañero de vida -como prefiere ser llamado Zoro. Lleva días últimamente teniendo extraños sueños sexuales y se siente un poco abrumado. Al despertar junto al verde espadachín no puede evitar observarlo y notar la evidente erección con la que Zoro despierta a diario -cosas de hombres. Se recuerda con rapidez a sí mismo cuando los colores se le suben al rostro.

Dejó la ropa y distraído en ese morboso pensamiento sobre "que tan grande será realmente" no escucho la regadera cuando se cerró y menos espero que al darse vuelta estuviera allí, desnudo frente a él, con una toalla en la cabeza la cual sacudía con rapidez secando su cabello. Al parecer no lo escuchó, se detuvo justo frente a él, empapado y con todo el cuerpo cubierto por una capa de agua caliente, el vapor aún se veía salir desde su piel, Sanji no puede evitar mirar fijamente su flacido pene menearse de aquí para allá con elegancia, hipnotizado y con la boca abierta lo sigue con la mirada como si fuera un gato viendo como un cordon se menea llamando su atención, sus ojos se movían de aquí para allá.

Zoro, por su parte, si, no escucho a Sanji cuando entró debido al ruido del agua callendo. Terminó de secar su cabello y bajó la toalla de su cabeza. Se encontró al rubio con su ropa entre las manos y esa mirada perdida, extrañado, alzó una ceja. No dijo nada, no aún, entre cerro su mirada tratando de descifrar porque Sanji estaba estático frente a él. Observó fijamente sus ojos, los cuales definitivamente no estaban mirando su rostro o su pecho, nisiquiera estaba mirando su hombligo, la mirada de Sanji iba mucho más abajo, allí a su amiguito descubierto, el cual hasta ese momento estaba completamente dormido.

Silencio-

-¡¿qué tanto miras pervertido?! - exclamó Zoro con cara de pánico, enrojecido cómo un tomate, cubrió su entrepierna con la toalla que antes estaba en su cabeza - ¡porque no tocas! - se horrorizo cuando sintió una punzada allí abajo.

El Secreto De ZoroWhere stories live. Discover now