CAPÍTULO IV

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Los días pasaron de manera rápida, Memo y Lionel tenían “Salidas de compas” de manera regular, Memo insistía en que el güero tenía que conocer la ciudad, lo llevo a un recorrido por las líneas de metro, como toda ciudad latinoamericana había estaciones donde debías de tener más cuidado con tus pertenencias y le advirtió que por nada del mundo se fuera en el último vagón, Lio aún recuerda con nervio aquella vez que casi derrapan en lo que cree se llama periférico, pues Memo maneja como loco.

Lionel estaba encantado con la ciudad era gigante aunque muy peligrosa. Faltaba alrededor de un mes y medio para comenzar el ciclo escolar, así que tenia mucho tiempo para adaptarse.

Se marcaba en el calendario 23 de junio, faltaban solo 1 día para su cumpleaños, mentiría si dijera que no estaba un poco triste de pasarlo lejos de su familia, su amigo Sergio le ha estado texteando de manera regular dándole ánimos.

“Vamos perro, que cuando empieces a ganar millones vas a saber que valió la pena”

“Ya conseguiste pasaporte pa”

Son los comentarios más frecuentes, se arrepiente un poco de haberle contado sobre Memo y su muy leve enamoramiento.

Hablando de el habían quedado de ir a su casa para jugar FIFA, pero se ofreció a traer su consola hasta su pequeña habitación.

“En mi casa hay mucha gente” fue la razón que le dio.

Suspiro mientras peinaba su pelo, no quería arruinar su amistad con Memo, así que debe deshacerse de sus tontos sentimientos.






Memo solo quería pasar tiempo con Lionel y si era a solas mejor. Metió su Play a la mochila y emprendió camino hacia la casa del argentino. Pudo comparar su consola no hace mucho, con un poco de ahorro y un marihuano vendiendola a un precio de broma, pues digamos que tuvo suerte.

-¿Cómo esta doña Margarita?- Memo le pregunto a la señora sentada en una mecedora que se encontraba a un lado de la puerta. La conoció cuando Memo empezó a venir más seguido para visitar a Lionel, rápidamente se ganó el corazón de la señora de cabello cano.

-Pues aquí andamos Memito que es lo importante, el güero esta allá arriba, por si lo buscas.-

-Muchas gracias, cuídese que todavía esta bien joven- Le dijo Memo mientas le giñaba el ojo.

Subió las escaleras, y tocó la puerta ya familiar para el.

-Pasa- Se escucho del otro lado.

Memo había notado que su güerito ha estado achicopalado toda la semana, ha tratado animarlo con salidas a comer, retas de fucho, ahora va a intentar jugando Play. Instala la consola conectándola a la pequeña televisión que estaba seguro era de las que dio Peña nieto, porque el también tenía una, la única en su casa, la televisión bonita se la llevó la chingada, bueno Chicha a decir verdad.

-Ya esta Lio, el perdedor invita unos takis grandes.- Lionel solo asistió.
Jugaron alrededor de 1 hora, pudo sacarle pequeñas sonrisas, pero sus ojos no denotaba su brillo normal.

-Voy a comprar, espérame aquí- Lionel perdió la apuesta así que decide ir a la tienda de la esquina.

Memo se tumba en la cama de lio, “Huele a el” piensa, el sonido de una notificación lo distrae, no es su celular, al parecer el argentino olvido el suyo.

Kun

“Te mando felicitaciones ahorita pulga, mañana voy a estar ocupado en la escuela, aparte tengo partido, la puta madre voy a terminar frito"

“Feliz Cumpleaños adelantado gil”

Leyó Memo en la pantalla de bloqueo del celular. ¿Quién era Kun? ¿Por qué Lio nunca le ha hablado de él? Y por último ¿Mañana es su cumple?. Ahora todo hacia sentido. Memo tenía que planear un regalo, una sorpresa que alegrará el corazón de su amigo, tomo su celular y le marco a Andrés.

“Chaparro, un paro”

“No busco maletas de argentinos recién llegados”

“No pendejo, mañana es el cumpleaños de Lio”

“Peda, culo si no”

“No wey, Lionel no toma, estaba pensando en un pastel o algo”

“Siempre chingando”

“Andale wey”

“Tu déjamelo a mí”

“Gracias carnal, nos vemos mañana”

Se tumbo nuevamente en la cama, Lionel ya tenía 15 minutos que había ido a comprar, Memo ya se estaba preocupando la tienda no queda lejos.




DE MI BARRIO A TU CORAZÓN.Where stories live. Discover now