CAPÍTULO II

15 4 18
                                    

–Buen día. -La risueña voz del rubio llegó a sus oídos. –Toma, aún recuerdo como te gusta así que bébelo. -Un vaso con café apareció frente a sus ojos, los cuales apenas si podía mantenerlos abiertos.

–Gracias. -Respondió el tío Yejun en su lugar y tomando a Yoongi por sus hombros, lo dirigió hasta el sofá dentro de la oficina. La pequeña reunión iba a dar comienzo cuando los toquidos en la puerta interrumpieron el acto.

–Señor Feng, hay una señorita que busca a su sobrino... Jiyu, está en el vestíbulo. -Anunció el hombre mirando al pálido beber con total calma la bebida caliente entre sus manos.

–¿La esperas? -Le cuestionó su tío a lo cual asintió sin ganas. –Entonces ve, si necesitas salir del edificio no olvides avisarme.

Yoongi se puso de pie y salió de la oficina siguiendo al hombre que había ido por él. Cuando ambos llegaron al vestíbulo Jiyu mostraba una linda sonrisa, la cual fue apagada luego de que el pelinegro ignorara su saludo.

–¿Quieres caminar un poco? -Le preguntó haciendo que Yoongi encogiera los hombros pero al mismo tiempo caminara hacia la entrada del lugar. –Estuve pensando un poco sobre nosotros... cada vez nos vemos menos. Me gustaría saber que piensas.

–¿Qué te preocupa? Nuestra relación siempre ha sido así. Tu tienes cosas que hacer e igual yo, no veo el problema de no estar juntos todo el tiempo. -Jiyu detuvo sus pasos y tomó la mano del pelinegro.

–Démonos un tiempo... no estoy segura de si quiero seguir con esto. -Trato de sonar firme pero su voz se quebró un poco al ver la indiferencia en el rostro de Yoongi.

–Está bien, creo que también necesito pensar algunas cosas. -Respondió con una sonrisa que la castaña nunca había visto antes. Parecía sincera así que le devolvió el gesto de forma sútil. -Ve a casa, con suerte podrás dormir un poco más. -Añadió luego de notar una pequeñas ojeras bajo los ojos de la chica. Ella asintió despidiéndose. –Lo siento... por hacer que vinieras solo para decir eso.

–No te preocupes, nos vemos. -Dijo por último retirándose del lugar.

No muy lejos de ahí, a unos cuantos metros de altura, un atento Jimin había observado todo; incluso la sonrisa del pelinegro que le había asustado un poco. Entendía un poco lo que había sucedido pero quería asegurarse de tener la razón, y más que nada compensar la parte de culpa que tuvo en esa situación.

–Creo que Yoongi estará un poco más animado estos días. -Habló volviendo a su silla en el escritorio.

–¿Por qué lo dices? -Le cuestionó Yejun sin dejar de mirar los papeles sobre la mesa.

–Tiene un problema menos. Y aunque fue gracias a mí, no me siento muy bien. En algún momento tendré que decirle la verdad... para eso debería ser mi último día aquí. -Terminó de explicar ganando una carcajada por parte de su "jefe".

–No seas tan duro contigo mismo, fue un favor de mi parte. Si Yoongi quiere desquitarse con alguien, ese seré yo. -Miró al rubio con una sonrisa ligera. -Cuando vuelva solo trata de no mencionar nada al respecto, de lo contrario se dará cuenta de que lo observaste.

Volveré volver a casa.
9:27 a.m.

Nos vemos para la comida.
9:27 a.m.

–Oh. Olvídalo, se fue a casa. No quiero emocionarme por esto, pero tal vez le afectó lo que aquella chica le dijo.

–¿Tú crees? No estaría mal si así fuera, al final por fin va a reaccionar sobre sí mismo. -Habló haciendo algunas anotaciones en su agenda. A partir de ahora comenzaría a llevar un registro de todo lo que sucedería con el menor. 

||En sintonía||Where stories live. Discover now