CAPÍTULO IV

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10 de Enero/ 2003 (Sra. M)

Comportamientos agresivos, impulsividad, déficit de alimentación i̶n̶g̶e̶s̶t̶a̶ abuso de opiáceos sin tratamiento.

20 de Febrero/ 2003 (Sra. M)

Ingresa al centro de rehabilitación a las afueras de Seúl.

Culpable de un accidente de tráfico en el que las víctimas pierden la vida. -posible trauma.

10 de Marzo/ 2003 (xxxxx)

Encontrado en estado de abandono, sin recibir atención médica por las heridas causadas en el accidente.

Es llevado a una casa hogar luego de una valoración física y psicológica. Los datos arrojan desnutrición, problemas de integración y pérdida del habla.

20 de Marzo/ 2003 (xxxxxx)

Encuentran un familiar cercano.

–Oh, aquí estás. -Su lectura se vio interrumpida por la voz de su tío. –¡Oh! Y esa es la carpeta de nuestro querido Park. -Ingresó a la habitación del menor siendo visto fijamente por el mismo.

–¿Por qué él tiene esto? -Le cuestionó. –Las anotaciones aquí son demasiado viejas. Tanto que apenas él tenía catorce cuando escribió esto... y suena muy profesional. -Su tío sonrió con algo de nerviosismo.

–No debe ser importante. Tal vez solo jugaba a inventar historias impresionantes en su cabeza. -Tomó asiento en el borde de la cama y extendió uno de sus brazos para tomar la carpeta que tenía Yoongi sobre las piernas. –Yo le daré esto. Si llega a enterarse de que tu la tuviste todo este tiempo, de seguro se molesta en serio.

–Nunca lo he visto realmente enojado, ¿es muy malo? -El mayor asintió con la cabeza. –Entonces toma. -Le extendió la carpeta y su tío la tomó satisfecho.

–Mañana es día de escuela, debes descansar. -Se incorporó y con una sonrisa de buenas noches se despidió del pelinegro.

Yoongi hizo caso y enseguida se levantó de la cama para tomar una ducha, colocarse el pijama y acostarse. Había estado leyendo muchas "notas" en aquella carpeta que hasta hace unos cuantos minutos había sostenido entre sus manos; sin embargo, los últimos en la fila habían captado totalmente su atención. Las acciones descritas se sentían tan familiares, aunque para la fecha el había sido un niño, ahora entendía con claridad lo que Jimin había escrito en esas hojas.

Pero su duda más grande era como el rubio había podido escribir todas esas cosas que para su gusto eran horribles. Así que no creía que solo fueran cosas sin sentido, producto de la imaginación del mayor, pero el hecho de que Jimin aún era un pequeño estudiante en aquel entonces lo estaba convenciendo.

En un intento por aclarar sus dudas, tomó su teléfono celular y abrió la aplicación de mensajes.

¿te gustaba escribir historias ficticias en tu pubertad?

11:09 p.m.

Se había atrevido a escribir en el contacto del rubio que aún guardaba. No sabía por que aún mantenía su numero agendado, pero ya lo había contactado y no iba a arrepentirse.

Mensaje eliminado.

11:10 p.m.

¿O sí? Tal vez Jimin ni siquiera seguía usando el mismo número con el que solía llamarlo cuando tenía quince años. Aún recordaba esos tiempos en que el antes castaño solía visitarlo, acompañarlo a sus partidos de baloncesto, invitarlo a dar un paseo por los parques de la ciudad y etcétera, etcétera. Ambos eran buenos amigos a pesar de la diferencia de edad.

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