Trato

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Su recámara era pequeña, tenía vista a la calle con un hermoso jardín, tenía un caballete y muchos cuadros sin marco, una pequeña cómoda con algunos libros acomodados y su cama era una litera y la parte de abajo era reemplazada por un escritorio y una computadora con otra de esas cosas debajo de la silla.

Se sentaron en un sillón que estaba pegado a la ventana era bastante acogedor.

— Aidar.

— ¿Que? Respondió el chico

—Jamás he invitado a un amigo a casa. Dijo un poco avergonzado.- Pero iré al grano, arruinas te mi confesión y ahora vas a tener que ayudarme

Aidar se sentía estúpido ¿Porque ayudaba a un simple humano? Cuando simplemente le podía borrar sus recuerdos.

— Para empezar, tienes que conocer bien a Enzo y ahí es donde entran tus poderes de extraterrestre

— ¿Disculpa? ¿Quién te has creído para usar mis poderes para tu beneficio?

— ¿Tienes ojos de rayo láser?

— ...

Aidar se quedó perplejo ¿Qué clase de pregunta era esa? ¿En qué concepto lo tenían los humanos?

— ¿Puedes adaptar cuerpos de otras personas?

— No

— ¿Eres invisible?

— No

— ¿Puedes leer mentes? ¿Modificas cosas? ¿Tienes otra boca escondida? ¿Tienes un Ovni?

— No, no, no y no... Además ¿Quién tiene un ovni en estos días? Respondió muy rápido

— ¿Entonces cómo llegaste a este planeta?

— Existe el teletransporte, Zack. Dijo como si fuera algo bastante común

— ¿Entonces que haces?

Aidar se quedó pensando unos segundos y se puso de cara frente a Zack

— Pues veamos, puedo controlar mi gravedad, soy elemental de agua y altero recuerdos.

—... Genial, es mucho más increíble de lo que pensé. Dijo emocionado

— No es para tanto, no soy el único extraterrestre. Desvió la mirada hacia la ventana

— Cómo sea, ya que puedes manipular los recuerdos ¿Crees que lo puedas hacer con Enzo?

Aidar hizo una mueca de desagrado, con el fugaz pensamiento de que ese chico no sabía absolutamente nada

— Tengo que crear un vínculo con esa persona para acceder a sus recuerdos.

— Entonces, puedes ser amigo de Enzo

—....¡No! ¡Jamás! Eso nunca de los nunca pasará. Manifestó saltando del sillón

— ¿Por qué? Pregunto preocupado

— Escucha para empezar el y yo no nos llevamos bien desde el inicio....Segundo ¿No sé porque te estoy ayudando? Tomó sus cosas y abrió la puerta de la habitación

— Por favor... Hazlo por mi.

Zack puso una cara estúpida que terminó por convencer a Aidar

— Nos vemos, Zack

— Hasta pronto. Sonrió

Aidar se despidió de toda la familia de Zack y se fue en su bicicleta

— ¿No me vas a contar quién era? Y ¿Porque cerraron la puerta? Sonrío maliciosamente la mayor

El chico del espacio Where stories live. Discover now