Desesperacion

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- ¿Estás seguro para hablar? Preguntó Zack, y seguía acariciando el cabello de Aidar

- ... Aidar no conocía del todo a Zack, pero confiaba en el. - ¿Me podrías creer?

- Bueno, eres un extraterrestre, así que prácticamente ya puedo creer que un dibujo animado realmente está vivo. Se burló Zack.

- Eres un idiota. Río el castaño.

- Pero quítate esa camisa, está llena de sangre ¿Naranja? Miró fijamente la prenda que llevaba puesta el más bajo.

- Oh...

- Ten, voy a salir para que puedas vestirte. Dándole una camiseta que cuando se la puso le quedó bastante grande.

( El tipo de sangre de cada Tartáno, depende de la tierra donde hayan nacido al igual de la raza de sus padres.

Agua: Azul
Fuego: Naranja
Tierra: Verde
Aire: Gris
Luz: Blanco
Oscuridad: *raza extinta* Morada)

Pero en su intento de salir de su habitación, Zack, vió unas marcas extrañas en la espalda de Aidar... Parecían cicatrices, de un color morado brillante y no dudó en preguntar.

- ¿Qué le sucedió a tu espalda?

Aidar extrañado, se miró al espejo que tenía Zack en su habitación y sus ojos quedaron sin brillo.

- ¿Aidar? Zack se acercó y al tocar su hombro su mano empezó a arder.

- ¡Mierda! Aidar histérico se sentó en la cama y empezó a maldecir a Dorian. - Ese bastardo, de Dorian lo sabía, por eso me pidió salirme.

- ¿Quién es Dorian? Zack se hincó a la altura de Aidar para tratar de tranquilizarlo.

Ahora Aidar le debía una explicación a Zack.

- Bueno, supongo que era hora de decírtelo, Dorian era mi novio.

- ¡¿Cómo?! Zack no pudo evitar alzar la voz y Aidar le tapó la boca. - ¿Todo este tiempo fuiste gay? Dijo el más alto, retirando la mano de su boca.

- ... Este es el último planeta que aún piensa que las relaciones del mismo género están mal...De hecho fue el único que lo hizo. Declaró rodando los ojos.

Ahora Zack, piensa que el espacio es un lugar genial...Más de lo que él ya pensaba.

- Como sea, el punto es que el sospechaba que era uno del clan oscuro, yo jamás lo pensé, pero tal vez el sí. Aidar se quedó pensando con su muñeca en la barbilla.

Aidar seguía balbuceando nada importante en voz baja y Zack solo tenía una sola pregunta.

- ¿Qué hacen exactamente los de ese clan?

Aidar se quedó perplejo, ya que ni el sabía por qué eran tan peligrosos, los Tartános solo decían una cosa de ellos.

- Destruyen todo lo que está a su paso... Relaciones, amigos, objetos... Pero aún más importante, el tiempo.

No sabía exactamente cómo se podía corromper el tiempo, ni sabía que efectos tenía, pero daba mucho miedo.

- ...Este silencio de parte de Zack se hizo eterno.

- ¿Ahora también te vas a alejar? Preguntó el castaño con una sonrisa burlona en su rostro, pero también de decepción.

- Yo jamás haría eso. Manifestó Zack, tomando de las manos a Aidar.

- ¿De verdad? Cuestionó el otro, marcando un leve rubor en sus mejillas, y un gran brillo en sus ojos.

- Si. Contestó con una sonrisa.- Ahora dime qué está pasando.

El chico del espacio Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora