Solo Contigo | Portgas D Ace

Capitulo 2

Ace subió las escaleras después de haber terminado de preparar el desayuno.

–Hola princesa — la saludó al entrar a su habitación, el desayuno está listo — informó con una sonrisa — pero antes deberíamos darte un baño — dijo quitándole la intravenosa y cargándola en dirección al baño en donde la sentó en el retrete y ella mantuvo la postura — estamos dando avances — pensó recordando que en su primer encuentro era igual a una muñeca de trapo.

Le quitó los harapos que apenas la cubrían y en respuesta la chica se cubrió un poco, aunque su rostro permanecía estoico, Ace entendió que a ella le daba vergüenza que la viera desnuda. Sonrió comprensivo cerrando los ojos.

–No te haré nada, solo voy a bañarte por hoy, mañana puedes hacerlo tu sola si quieres. — la chica se mantuvo en silencio y él se puso de pie dándole la espalda abrió los ojos para localizar el mueble donde tenía guardada las toallas.

Evitando hacer movimientos bruscos se acercó al mueble y tomo una toalla que se la extendió sin mirarla.

–Cúbrete con esto — la chica la tomó y el espero un poco antes de darse vuelta. — quédate aquí, voy a temperar el agua — se acercó a la regadera y la abrió las manecillas del agua, espero a que saliera tibia y se acercó nuevamente a la chica que no le quitaba la mirada de encima. — bien, ya está — dijo posando ambas manos en su cadera — entra en la regadera, cuando estés lista hacedme una señal con la mano y te ayudo a lavarte el cabello y la espalda — ella asintió y se levantó dirigiéndose a la ducha en un andar suave, casi fantasmal, sus pisadas no hacían sonido alguno y antes de entrar dejó caer la toalla al suelo, en donde Ace pudo apreciar su espalda, en donde efectivamente tenía una cicatriz. Su silueta se perdió detrás de la cortina de la ducha.

Una vez limpia, cosa que fue trabajo difícil debido al tiempo que llevaba sin cuidado de la higiene, la peli castaña fue envuelta en una toalla para luego ser cargada por Ace. Ambos salieron del baño completamente empapados debido a la guerra de agua que se formó gracias a que siempre que sentía que Ace estaba mirando más de lo que debería le tiraba agua en la cara.

El chico echó una mirada al baño y suspiró cansado.

–El baño está hecho mierda pero al menos estas limpia — sonrió, corriendo hacia atrás algunos mechones húmedos que no le dejaban ver bien. — sentó a la chica en la cama mientras él se quitaba la camisa empapada tirándola sobre una cesta de ropa sucia dejando en evidencia su bien formado abdomen.

Salió de la habitación, bajando las escaleras, llegando al living buscó con la mirada algo que le ayude a secar su inundado baño. Visualizó el trapeador cerca de la puerta que da a la cocina y lo tomó rápidamente subiendo las escales de regreso a su cuarto, la chica se había quedado en el mismo lugar pero lo seguía con la mirada, Ace le hacía sentir incomodo y nervioso de que ella lo mirara tan atentamente sin decir nada, sin embargo, decidió ignorar el sentimiento.

Luego de por fin lograr secar el baño, se acercó a la chica con otra toalla en mano para secar su cabello, intentando ser lo más delicado posible, con movimientos torpes logró su cometido, para luego encontrarse con otro obstáculo.

–¿Cómo se supone que logre peinarte? — pensó recordando que en su casa no había nada parecido a una peineta o cepillo para pelo.

Sintiéndose exhausto se puso una polera cubriendo su torso y le pasó una a ella, se dio la vuelta buscando en su cajón del armario ropa interior que ella pueda usar, buscó el bóxer más pequeño que tenía y se lo extendió sin mirarla nuevamente, ella lo tomó y al cabo de un pequeño momento sintió como tiraban de su polera y se volteó viéndola de pie a su lado con su polera que le quedaba un poco más arriba de medio muslo y su bóxer que parecía más un tipo de short en ella. Le sonrió un poco sonrojado de verla usando su ropa luciéndola tan sexy, porque si algo no puede negar el pecoso es la espléndida figura de la chica.