Capitulo 9

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Ace salió y marcó rápidamente a su rubio amigo que tenía registrado como: la piña🍍

–Ace, justo ahora no es el mome-

–¡Cassie habla en alemán! — interrumpió el pelinegro y con eso se creó un silencio.

–Bien, creo que ahora si puedo darte algo de tiempo — dijo sintiéndose sorprendido por la noticia repentina — dame un momento — cuando el ruido de fondo empezó a menguar, Marco habló de nuevo — ahora sí dime, que mierda pasó. 

Ace le relata resumidamente lo que sucedió desde que entraron al local hasta que decidió llamarlo.

–Ace, escucha, te voy a pasar a buscar, no te muevas de ahí. — le indicó Marco con la esperanza de que una vez en la vida ese pecoso le hiciera caso y dejara de ser tan impulsivo con todo.

El pelinegro colgó, Marco a veces tenía la tendencia de tratarlo como un niño y eso era una de las cosas que más le fastidiaba, además ya tenía suficiente con Cassie en esos momentos.
Cuando Ace entró al local nuevamente, se encontró con que Cassie ya no estaba en la barra sino en una mesa en el centro del lugar, en una competencia de bebidas con un corpulento hombre, a su alrededor se reunía la mayoría incluyendo Rebeca que parecía animarla apostando por ella. Ace sintió como se le subía la presión.

–Lo que faltaba — musitó entre dientes — Cass ya deja de beber, Marco viene por nosotros, quiere verte. — dijo intentando mantener el suficiente autocontrol para no sacarla a rastras del lugar.

–Ace, Mein Liebling (Ace, cariño) — por el tono de su voz Ace pudo notar que la peli-castaña ya estaba un poco ebria — Hör auf zu streiten und komm mit mir trinken (deja de pelear y ven a beber conmigo)

–¿Que? — Ace realmente no le entendía nada.

–Dice que si no vas a beber con ella que dejes de molestar. — el viejo que le traducía al pecoso ya estaba bastante borracho y realmente no tenía ánimos de una pelea entre amantes.

–¿Como? — preguntó un desconcertado pelinegro.

–Palabras más, palabras menos, pero básicamente eso — se encogió de hombros bebiendo otro trago de cerveza.

–Herr, das habe ich dir nicht gesagt. (Señor, yo no le dije eso) 

–Que no te atreves a enfrentarla en una pelea de bebidas, dijo.

La arrogancia y su naturaleza competitiva se encendieron, y eso no le permitió pensar que, muy posiblemente, Cassie no dijo eso.

–Rebeca, tráeme la misma cantidad que ha bebido Cassie — le pidió mientras tomaba asiento frente a la peli-castaña con una mirada retadora y una sonrisa arrogante — hoy te mostraré lo que es una verdadera competencia de tragos, preciosa.

Cassie sentía que se derretía por dentro, por muy idiota que fuera a veces ese chico, simplemente no le dejaba de encantar.

Y así empezó una competencia de tragos que ninguno de los dos involucrados pidió. Las risas y las bromas no faltaron al igual que las apuestas, todo iba bien hasta que entró Marco y completamente fúrico los sacó a ambos arrastras del lugar, no sin antes recibir la enorme cuenta por parte de Rebeca, por supuesto.

Un intenso dolor de cabeza golpeó a Ace cuando por fin recuperó la conciencia. Se encontraba tirado en el sofá de la habitación de Marco y aun lado sentado en un escritorio leyendo unos papeles se encontraba el dueño de la habitación.

–Carajo, Cass realmente bebe como camionero — se quejó sintiendo como la resaca se adueñaba de su cuerpo.

–Por fin despiertas bello durmiente — se burló Vista que estaba al otro lado de la habitación.

Solo Contigo | Portgas D AceWhere stories live. Discover now