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Nos había llevado a nuestras habitaciones; yo compartiría con Jenny, Violet con Sunny y Jackson con Klaus.
Y ahora estábamos, "comiendo", no sé si le podría llamar así.
Era como agua con pepinos.
-Sopa fría-Dijo Klaus.
-Si, nunca cocino nada caliente. Me da miedo encender la estufa. Podría incendiarse. Es sopa de pepino fría. Es una receta que conocí en Egipto cuando trabajé brevemente como encantadora de serpientes.
Yo no estaba comiendo, más bien revolvía el agua.
-Nuestro padre vivió en Egipto antes de que nacieramos-Explicó Violet-¿Ahí fue cuando...?
-No puedo hablar de eso-Interrumpió la tía Josephine.
Levanté mi mirada.
-Cuando vivíamos con el tío Monty...
-Dije que no puedo hablar de eso Klaus.
-Había una estatua de una mujer que...-Jenny retomó la idea de Klaus.
-Niños, dije que no puedo hablar de eso.
-¿No puedes o no quieres?-Le interrogue.
-Ese es un caso gramatical raro-Empezó a explicarme-donde no poder y no querer significan lo mismo. Conocí a los padres de los seis hace mucho tiempo, cuando las cosas eran distintas. Eran días feroces y formidables.
-Ya no puedo mencionar nada al respecto-Me cortó y yo solo volví a ver a mi "sopa"-No debería decirles, huérfanos,-odiaba ese apodo de "huérfanos", se que era lo que eramos, pero se sentía mal-que hay muchas cosas que temer en este mundo. La mayor estrategia es; temerle a todo.
-Búsquenle ayuda.
-Me gusta pensar en cosas felices, como la gramática, o cuanto le gustaba a Ike la luz del sol. Me gusta imaginar que donde sea que esté el clima es lo más soleado y encantador. Por supuesto nadie sabe lo que pasa cuando mueres, pero me gusta pensar que mi esposo está en un lugar cálido.
-Tía Josephine. ¿Has pensado en mudarte a otra parte?-Le preguntó Klaus-Tal vez, si vivieras lejos del lago lacrimógeno te sentirías mejor.
-Iríamos contigo-Especifico Violet.
-Tal vez te sentirías más cómoda para hablar de aquello de que no puedes y no quieres hablar.
-Nunca venderé esta casa-Se exaltó ella-Me dan miedo los agentes inmobiliarios.
