High
En la soledad de mi habitación y en la lejanía de mis pensamientos trato de encontrar la manera de mantenerme sobrio.
Mi vicio no es normal, y a la vez es tan mortal, embriaga peor que el alcohol y daña más que el cigarro. Me desespero porque siento que muero.
Cura no tiene, y el no consumirlo me agobia, intento e intento el no caer en sus garras pero no me daba cuenta que era una danza que no tenía final entre yo y mi droga...
Salir con amigos, estudiar hasta al cansancio, y mantener mi mente ocupada es la verdadera droga, para mantenerme alejado de lo que me agobia, y eso es llenar el vacío emocional que tengo antes de que mi mente se consuma por voluntad propia.
Tal vez no deba de intentar superarla y no buscar una salida, porque ella me ha enseñado que no tengo escapatoria, siempre apegándome a momentos para no recaer en mi amada droga.