"Lonely".
El frío que recorre mi cuerpo me hace abrir los ojos estrepitosamente y todo lo que veo es azul.
Un gran y profundo azul.
Varado en medio del océano sin ninguna roca en la cual poder reposar mi cansado cuerpo, que nada desesperadamente por seguir aquel instinto que solo despierta cuando estas cerca de tocar fondo; sobrevivir.
Mi garganta se rasga al soltar aquellos gritos desconsolados en busca que alguien escuche su llamado, pero no hay nada.
El azul es lo único que me acompaña, y, aquí es donde llega ese otro instinto que con la misma convicción nos arropa cuando estamos tan cerca de aquel momento que para muchos es el final: La resignación.
Resignación a no luchar más, porque sabes que por más que lo intentes nadie te amparará, solo tienes aquel azul que no te ha soltado en ningún momento.
Y te entregas a él.
Te dejas dar ese abrazo que en mucho tiempo no haz sentido, por aquel azul que te arrastra hasta lo más profundo de su ser, haciéndote sentir menos sólo.
