Me siento como las nubes.
Una masa blanca más del montón que divaga entre el inmenso cielo en busca de algo... pero ¿qué es ese algo?
El viento me hace viajar por cada lugar del recóndito mundo mientras algunos me miran añorando ser libres como yo pero ¿acaso soy libre?
Atado a la gran bóveda color azúl con la condena de ser uno más y no algo más... deseando volver a ser ese vapor que con esperanza subía y subía para encontrar a alguien que pueda quererme como soy.
Más solo encontré nubes que no les importas, nubes que mientras más lejos esté mejor porque si chocas te electrocutan hasta fundirte y hacerte uno con ellas.
Y de una esperanzada nube blanca con deseos de grandeza pasé a ser una nube gris a la que todos asusta, siendo la lluvia mis lágrimas a la que la mayoría aleja y que todos detestan, maldiciendo a la inoportuna que decide desahogarse y deseando que desaparezca.
