28. Manada aliada

234 40 5
                                    

Arin reconoció y recordó al omega. Ruzhi, su rival. Aunque tras observarlo mejor y sin esa sombra de maldad que cubría sus ojos, el omega no se veía amenazante, he hecho era un muchacho de ojos inocentes como Elis.

Ruzhi tenia miedo, pero aun asi se obligó a bajar del caballo y acercarse al pequeño omega que era como el demonio mismo en sus momentos de ira.

Arin no tardó en bajar los pocos escalones y pararse delante de Ruzhi.

—No creí verte aqui despues de lo que te hice. ¿Por qué viniste con ese general de Berquist?— Le habló Arin, sonando normal.

Ruzhi se esperaba de todo, pero jamas la voz amable del omega, aunque le alivió que asi sea. Una vez que Van y la sacerdotiza llegaron al lado de Arin, sacó de su bolsa la carta.

—Entenderá todo cuando lea la carta que el alfa Fulker envió para usted— Dijo Ruzhi y la entregó en manos del omega.

Arin sonrió emocionado al oir de Sten, eso solo le aseguraba que su alfa llegó con bien y vivo. Con ansias, abrió la carta para leerla ahi mismo.

"Hola, mi vida... ¿Estas bien? Espero y confío que si, pues puedo sentirte y añoro el momento en que volvamos a vernos.

Te escribo esto, porque guardo la esperanza de que detengamos esta locura. Dahlia nos obsequió este valioso tiempo y no he querido fallarle, por eso mismo me he apresurado en movilizarme... de ninguna manera dejaré a la manada a su suerte, eso lo juro.

No te preocupes demasiado y confía en mi. Mientras lees esta carta, yo ya estaré en Esben. Espero conseguir que tambien nos ayuden con tropas suficientes para derrotar a Garth. Nos veremos pronto y esta vez nadie de mi familia morirá, porque yo lucharé en el frente y le daré fin a esos desalmados que pretenden destruirnos.

Espera por mi, nos volveremos a ver, mucho antes de lo que imaginas. Sten"

Arin pegó la carta a su pecho mientras sonreía esperanzado, luego dejó que su hermano leyera lo que venia escrito.

—Gracias por traerme la carta ¿Cómo lo viste? ¿Está bien?—Preguntó ansioso mientras sujetaba las manos de Ruzhi.

Ver actuar a Arin tan animado y sin esos ojos celosos, era desconcertante, pues Ruzhi estaba seguro que saldria ofendido o arrestado, pero no.

—Su alfa está bien, aunque parece cambiado... al igual que usted— Responde aun confuso.

Arin sonríe tan solo, era normal que todos los sientan raros, despues de todo ellos aun tenian las personalidades de lo que fueron en la otra vida. Sten era mas decidido y astuto, y Arin un poco mas maduro y concentrado, eso hacia la diferencia de como fueron antes del desastre de Folke.

—Ruzhi, me alegra que hayas regresado. Nosotros tenemos mucho que solucionar, pero de momento voy a necesitarte para defender a la manada— Le pidió de favor.

El omega solo movió la cabeza con fuerza, esa era la intencion por la que tambien regresó.

Tras leer la carta, Van avanzó al general de tropa que lo saludó con reverencia.

—Agradezco la ayuda brindada de parte de Berquist... ¿Pero, realmente es su deseo acompañarnos en nuestra cruzada y saben las consecuencias? Porque si no es asi, entonces pueden regresar por donde vinieron— Aclaró el Alfa.

—Mi señor, los hombres que vinieron estan concientes de lo que ocurrirá. Berquist tambien está en la mira de Garth y nuestra soberana tambien ansía que Folke acabe con ellos por el bien de todos. Por eso estamos dispuestos a dar nuestras vidas, porque de otro modo tambien caeríamos ante ellos facilmente y eso ninguno de mis hombres lo desea— Aseguró el general de tropas.

Destinado al AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora