Su corazón pertenecía a ella misma, no había otra persona que ella quisiera más que a ella misma, pero su sed de poder la llevaría a tomar decisiones que o podrían acabar con ella o la llevarían a la cima.
Larissa se revuelca con otra mujer en el césped y yo lucho por zafarme de dos tipos, golpeo a quien se me atraviese y miro busco a Rachel con la mirada.
—¡Rachel! —le grito— ¡Larissa! —la señalo
Rachel corre hacia ella para protegerla pero ya es tarde, la bala impacta en el abdomen de Larissa y la rabia me consume, en menos de dos minutos rompo el cuello de dos sujetos y corro hacia Larissa.
Me acerco a ella y veo como una castaña y un rubio se suben en un avión alejándose, tomo a Larissa en brazos y nos metemos a una camioneta.
—Me duele. —murmura y noto que está llorando
—Te dispararon. —murmuro entre dientes
—No me digas, imbécil. —rueda los ojos con una mueca de dolor
—¿Quiénes eran?
—¿Y yo qué sé? —dice cerrando los ojos— Tú eres el que tiene enemigos aquí.
Bajamos de la camioneta y la atienden inmediatamente, Alex se acerca y está ligeramente herido en el brazo.
—Larissa me salvó la vida. —murmura— Ahora más que nunca tiene mi protección.
Larissa Otomave.
Las imágenes se repiten una y otra vez en mi cabeza, Joan... rezaba porque hubiese sido una alucinación.
—¿Duele? —dice Christopher entrando
—Ya no. —murmuro
—He mandado a que trasladen tus cosas a mi Pent-house. —dice sentándose en el sofá
—¿Quién me disparó? —temía la respuesta
—Un hombre rubio.
Asentí pasando saliva, no podía demostrarle lo mucho que me preocupaba así que opté por lo que mejor se me da: manipular.
—Chris... —murmuré secando las lágrimas falsas— S-sé que yo acept-té esto... pero, no quiero morir, no así. —cubrí mi cara con los sollozos saliendo
—No te van a matar.
—¿Cómo me aseguras eso? ¡Hoy me atacaron en un lugar público sin importarles nada! ¿Qué va a pensar la gente? Si no pudiste mantenerme a salvo a mi siendo tu novia pensaran que no podrás con todo el país. —murmuré con la voz entrecortada
—¡No te volverán a tocar un pelo y ya hablé! —dijo estrellando la copa de whisky contra la mesa
Por supuesto que yo sabía que esto no era sobre mi, esto era sobre su ego de macho alfa. Christopher no iba a permitir que lo vieran débil y yo sabía usar eso a mi favor, porque si tenía que escoger entre su estúpida campaña o yo estaba más que clara mi decisión.
(...)
Salimos y Alex me obligó a ir en silla de ruedas, dolía un poco caminar pero podía sobrevivir.
—¿Quieres algo?
—Quiero comer. —murmuré cuando llegamos a la central
—Ellos son Iván y Dalton. —me los presentó Laurens— Sus guarda espaldas.
—Es un placer, señora Morgan. —murmuró Iván
—¿Listos para dar su vida por la mía? —sonreí
—Por supuesto, mi señora. —ambos me miraron
—Bueno, vamos a comer. Adiós Alex. —lancé un beso a mi suegro y me llevaron a comer algo
Phillipe se acercó a mi y los gorilas le impidieron el paso.
—Es mi primo. —dije
Phillipe se sentó frente a mi y los gorilas se alejaron para darnos privacidad.
—¿Cómo demonios te pasó esto?
—Investiga sobre los Dubois, necesito toda su información. —dije cuando vi que Christopher se acercaba, nos despedimos y se fue
—Di la orden de que te quedaras cerca. —se sentó de mala gana a mi lado
—Tenía hambre.
—A ver. —me arrebató el plato de espagueti
No le impedí comer, bebí de mi soda y relamí mis labios atrayendo su atención.
—¿Me has sido fiel, novio mío? —sonreí
Asintió mientras se atarugaba de comida.
—Solo estoy esperando que te sientas mejor para poder follarte. —sonrío con descaro
Me sonrojé sin poder evitarlo.
—¿Quieres ir al Pent-house?
No hablamos más, emprendimos camino hacia su Pent-house.
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