Capitulo 1

1.6K 172 7
                                    

— Que si mi esposo me engaña, que siempre lo ven llegar tarde, que parezco desalineado — murmuró azotando la puerta de la nevera — Estoy harto de la gente.

— Oye trata de calmarte — aclaró el azabache de coleta — Tú deja que hablen... A fin de cuentas solo ustedes dos saben que no es verdad nada de lo que dicen.

— Lo sé pero me están invadiendo con eso, comienzo a desesperarme, lo peor es que van a mi casa — se mostró molesto — Es como si me lo reprocharan.

— ¿Quieres distraerte un rato? — cuestionó con curiosidad mirando a su hermanito.

— Sí — sabía que quería decir con eso — Ahora vengo — salió caminando hacia la plata de arriba, al escuchar un llanto; lo único que lo podían distraer eran sus pequeños sobrinos, sobretodo la pequeñita que su hermano acababa de tener hace poco.

— Sasuke espera no corras — lo siguió de cerca hasta la habitación de la bebé — Ese es un llanto de pañal húmedo.

— No importa, puede que me sirva de práctica cuando tenga los míos — cargó a la bebé llevándola hacia el cambiador.

— Estás muy maternal ¿No estás embarazado? — se acercó con lentitud, lo dejaría hacer lo que quería.

— Ya fui a la clínica — bajó la mirada al responder alzó los hombros despreocupado.

— ¿Puedo preguntarte algo?

— Lo hablamos hace un par de días, Naruto dijo que estará más libre del trabajo — siguió con su labor hasta terminar y cargar a la niña — Tiene planeado que nos mudemos a una casa más alejada — admitió con una pequeña sonrisa, dirigida hacia su sobrina — Así tendremos más privacidad.

— No me digas, así van a aprovechar el tiempo bastante bien antes de que se haga viejo — el menor asintió apenado — ¡Lo sabía! — lo señaló culpable — Eso mismo pensó Shisui, ahora me quiere tener como metralleta, disparando niños.

— No te pases — soltó la risotada — Naruto no está viejo — volteó los ojos — Va a cumplir 27.

— Más cerca de los 30 que de los 20, espero que no te diga que se le acaba la virilidad — observó como el rostro de Sasuke se iba coloreando.— No... — comenzó a reír sonoramente.

— Cállate — dejó a la niña en la cuna antes de que ambos salieran de la habitación — No tengo porque decirte mi vida íntima.

— No lo dices, tu manera de caminar habla por tí — siguió riendo detrás de él — Justo ahora estás cojeando.

— Itachi basta — casi huía de la casa — Ya es tarde, tengo que ir a casa a preparar la cena.

— ¿No haz pensado en conseguir una mascota?

— Adopté un gato y escapó — dijo tomando su chaqueta — Ya me voy o la lluvia me lleva con todo y auto — salió de la casa a toda prisa, subiendo al auto.

Manejó en total silencio, sumido en sus pensamientos, cuando vio las gotas caer sobre el parabrisas, estaba a nada de llegar a casa.

Cuando estacionó bajó de inmediato cubriéndose de la llovizna.

— Espero que Naruto llegué temprano hoy — murmuró para si, viendo por la ventana de la cocina mientras se preparaba un pan tostado; parecía ya una tormenta.

Antes de darse la vuelta vió los faros del auto del rubio, dejó el plato en la mesa corriendo a abrir la puerta.

— Corre, corre — se hizo a un lado para que entrara; se quedó atento a la calle — Y pensar que hace media hora aún había luz.

— Pensé que casi moría, hubo un coche en la carretera frente a mí ¿Lo crees ttebayo? — el azabache abrió la boca impresionado — Tranquilo, no me pasó nada, cerraron el carril.

— Más te vale que no me mientas — lo golpeó en el hombro.

— No me va a pasar nada, te lo prometo — cerró la puerta para darle un beso — ¿Qué hiciste hoy?

— Después de que te fuiste, vi televisión un rato, recogí la casa y fui con mi hermano — enlistó las cosas mientras el blondo lo mecia de un lado a otro sin soltar el abrazo.

— ¿Qué te parece si en lugar de ir a cenar nos vamos temprano a la cama y aprovechamos que la tormenta hará que la luz se vaya?

El azabache rió quedito — Mañoso — murmuró contra sus labios antes de llevarlo a su habitación — Solo no te excedas, aún me tiemblan las piernas de anoche.

Naruto sonrió ampliamente cargándolo al estilo princesa hacia su habitación.

Los delirios resonaron en cada rincón, sin pena; podían estar en su cama, contra alguna pared o donde quisieran.

Por la mañana estaban exhaustos sobre la cama, aún podía escucharse la lluvia — ¿Vas a ir al trabajo? — preguntó alzando la vista hacia el rubio.

— No, cambié el día descanso, solo espera a que puedas sentir las piernas — quitó el cabello de su rostro para besar la frente del azabache — No te dejaré descansar ni un solo momento.

— Te adoro — susurró perdiendose en los ojos azules.

— Y yo a ti — lo estrujó entre sus brazos.

No existía fuerza que los separara, no se casaron por conveniencia, se conocieron cuando Sasuke se mudó a la casa de junto cuando era pequeño, se hicieron amigos, el amor llegó y se casaron, tuvieron mucho tiempo para conocerse.

Nuestro bebé [NaruSasu]Where stories live. Discover now