Capitulo 8

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Sasuke estaba en el quirófano respirando pausadamente tratando de parir, el bebé se estaba adelantando dos semanas.

La mano del rubio estaba casi morada y llena de rasguños pues Sasuke la usaba para hacer fuerza, claro que se lo merecía, él le hizo el bebé, el dolor no era nada comparado.

— Cállese de una vez — dijo la doctora que lo atendía  — Hubiera gritado así cuando se lo estaban metiendo.

— ¡Claro que grité vieja idiota! — respondía con iguales o peores insultos— A ver si aguanta algo de 20 centímetros entrando y saliendo.

— Sasu tranquilo no grites — le susurró besando su frente, le preocupaba más que por el enojo exhibiera su intimidad, el rubio estaba completamente rojo por los detalles que daba su esposo.

— ¡Sacate un melón a ver si no gritas! — le respondió mientras seguía en su ardua labor.

— Lo siento — acarició su cabello como disculpa.

El azabache apretó con mucha mayor fuerza, tanto que incluso dejó de sentir los dedos, vaya que tenía bastante fuerza.

Un llanto casi silencioso hizo presencia — Ya cállese, el bebé nació bien — envolvieron al pequeño llevándoselo a revisión.

Alistaron al azabache para llevarlo a la habitación, Naruto estaba con el desde que lo ingresaron.

— Siento que me hablaron feo... — murmuró viendo al blondo — Necesito verlo.

— Lo están revisando mi amor — acarició su mano, él también estaba preocupado por él pequeñito.

Pasaron unos cuantos minutos cuando una enfermera de coletas con una sabanita en brazos hizo acto de presencia.

— Disculpen la tardanza, su bebé se encuentra perfectamente bien de salud y todo — se lo entregó al azabache quien lo miró embelesado desde el primer momento — Con su permiso.

— Hola mi amor — murmuró tocando su manita — Soy mami — escuchó una pequeña queja — Naruto... Tenemos a nuestro bebé — dijo entrecortadamente, empezando a sollozar, aferrandose al cuerpecito.

— Sasuke… — fue a abrazarlo de inmediato al escuchar que el bebé le secundaba con el llanto.

— Ya bebé, tranquilo... — comenzó a mecer al pequeñito limpiando su rostro.

— Es hermoso Sasuke — beso su mejilla dirigiendo toda su atención al recién nacido.

— ¿Entonces será Menma? — cuestionó acomodando al bebé para darle de comer — ¿Te gusta el nombre?

— Claro que será Menma — llevó su mano a su cabecita acariciando su cabello.

Salieron del hospital dos días después, Sasuke no podía caminar del todo bien así que ocupaba ayuda de Naruto para bajar las escaleras de la casa, tampoco había podido ir al jardín, tenía que estar en casa por lo menos 15 días.

Así que la idas a platicar en el árbol las hacía Naruto cuando llegaba del trabajo o era su día de descanso, era entretenido debía admitirlo.

— Tu mamá todavía se preocupa por tí, algunas veces se despierta y se queda en el ventanal mirando para acá ttebayo.

— ¡Naruto! — el rubio se levantó de inmediato buscando al doncel — ¿Puedes cambiar el pañal a Menma? Todavía no terminó la comida.

— Claro — tomó al pequeñito del portabebé llevándolo a su cuarto.

Sasuke miró hacia las escaleras, caminó abriendo la puerta de la cocina, ahí junto estaba el árbol.

— En unos días te presento a tu hermanito — susurró bastante bajo, sabía que si Naruto lo veía lo iba a meter a la casa a la fuerza así que lo más que podía hacer era abrir la puerta o hablar desde el vidrio de la ventana.

Escuchó las pisadas por lo que de nuevo volvió para acomodar los platos.

— ¿Qué le das de comer?

— Leche nada más — alzó los hombros — Ya era hora de que lo cambiarás tú.

— Deberías poner la leche directo en el pañal — colocó al pequeño en el portabebé jugueteando con su manita — Eres una pequeña bomba de olores ttebayo — presionó la regordeta mejilla.

— No le digas eso — soltó un golpe en su hombro — Ya ponte a comer escandaloso.

— Tu también ponte a comer, te veo más delgado.

— Yo me veo igual que siempre, estás exagerando — sintió la mirada del rubio — ¿Qué?

— Tendré que quitarte la ropa para ver si es cierto — sonrió de manera pícara viendo sonreír al azabache.

— Ya sabía que saldrías con una de esas cosas tuyas — dejó su plato de lado para darle de comer al pequeño Menma.

— Menma, ocupo que te duermas toda la noche y no llores para ocuparme con tu mami — se acercó viendo como Sasuke lo amamantaba — Oye, eso es mío.

— El doctor dijo que nada sexo hasta los tres o cuatro meses — murmuró sin despegar la vista del bebé, cuidando que no se atragantara.

Nuestro bebé [NaruSasu]Where stories live. Discover now