Nuestro bebé [NaruSasu]

Capitulo Final

— Papá — llamó el chico al rubio — ¿De verdad es normal que mamá siempre se siente en el árbol? — preguntó viendolo desde la estancia.

— Lo es — respondió imitando a su hijo.

— ¿Por qué lo hace? No deja que Kawaki o yo nos trepemos al árbol.

— Ya te lo había dicho ttebayo ¿No recuerdas? volteó a verlo con curiosidad.

— ¿Decirme qué? — el blondo miró hacia todas partes buscando a su hijo menor, estaba en el jardín con Sasuke.

— No creas que está loco... — no sabía cómo explicarle, pero suponía que ya era del conocimiento de su hijo.

— Eso ya lo sé, es el más cuerdo de la casa.

— Tampoco es fácil de explicarlo ttebayo — rascó su nuca — Pero antes de que nacieras, tu madre estuvo embarazado.

— ¿Lo dieron en adopción? — Naruto negó.

— Tuvo un aborto — la expresión de Menma  decía que estaba desconcertado y quería respuestas — Lo llevé al hospital y cuando volvió de ahí lo enterramos bajo el árbol en una pequeña caja.

— ¿Porqué un árbol? — trató de indagar un poco más.

— Una vez se lo pregunté, dijo que para que creciera como lo hubiera hecho de haber nacido — se recargó en el sofá — Ir a hablar ahí fue una manera en que pudiera superarlo.

— Ya veo... Por eso se la pasa hablando en el árbol en la tarde.

— Sí, cuando se embarazó de ti se la pasaba todo el día en el jardín, lo hubieras visto llorar cuando naciste, igual que con tus hermanos

— Debió ser difícil — Naruto le dio la razón.

— Desde que tus abuelos murieron le ha tenido un miedo irracional a la muerte, no te miento si te digo que estuvo deprimido unos meses.

— ¿Cuando paso eso?

— ¿Lo de tus abuelos? — Menma asintió — Cuando tenía 14 años.

— ¿Y lo del aborto cuando ocurrió?

— Estaba a pocos días de cumplir los 21 años.... Tu naciste cuando tenía 23.

— ¿No lo festejó ?

— No, eso fue lo que más le pegó, yo había ido a comprarle algo por sus antojos y cuando volví, el piso de nuestro baño estaba lleno de sangre.

Vió el gesto de su hijo, como si fuera de dolor o tristeza.

— Todavía tiene miedo de que a ustedes les llegue a pasar algo.

— Nunca se lo comentamos a nadie, ni a mis padres o a tu tío Itachi; cuando nos preguntaban sobre porque no teníamos aún hijos, tu madre decía que aún no estaba listo para embarazarse.

— ¿Pero por qué siempre decía que quería cuatro hijos si solo somos tres? Le falta uno.

— No falta nadie, tuvimos cuatro hijos, si tuviera otro, no lo estaría contando.

— ¿Tenía nombre?

— Yuki, según nos comentaron debía nacer a finales de año o principios del otro, en pleno invierno, no sabíamos si era niño o niña, así que escogimos un nombre que pudiera usarse en ambos.

— Entonces las cosas que tiene en el cajón no son mías

— No, de hecho nos enteramos que venías al mundo cuando ibas a cumplir seis meses, no te notabas demasiado.

— Por eso me dice que desde siempre me escondo cuando está buscándome.

El azabache entró con su hijo de la mano — ¿Qué hacen ahí? — dejó a Kawaki en el suelo y se fue corriendo — Vete a bañar y más te vale quitarte el lodo.

— Hablando — Menma se alzó de hombros y dio la media vuelta marchandose, dejando a sus padres solos.

— ¿De que hablaban?

— Cosas — le sonrió a su esposo, tomando su mano — ¿Cómo estuvo la plática?

— Bien, pero me preocupa no decirle a los niños — se sentó en el sofá — ¿Qué pasará cuando yo muera o esté senil? ¿Quién cuidaría el árbol si no soy yo?

— Sasuke hablando de eso... Menma me preguntó sobre porque sales al jardín todos los días.

— ¿Y que más?

— Ya lo sabe, lo del bebé — vió al azabache pensativo — ¿Está mal?

— Para nada, ya tiene 12 era hora de que supiera — volteó buscando a sus hijos, únicamente escuchando que hacían ruido en la cocina — Ya es hora de ir por la niña — se levantó del sofá.

— ¿No quieres que vaya por ella?

— No, tu cuida que Kawaki no se rasque, le van a quedar marcas de la varicela y dile que habloen serio con que vaya a bañarse, no tardo — tomó las llaves del auto para salir de la casa.

El azabache iba callado en el auto, no hablaba ni para si mismo, llegó a la escuela y fue por su pequeña Hiromi, era idéntica a su madre.

— Ven amor — la cargó llevándola al auto.

— ¿Mami cómo está Yuki? — preguntó la niña meneando sus piecitos en el asiento.

— Está bien — empezó a manejar escuchando como la azabache parloteaba.

— Me pregunto cómo sería si hubiera nacido — pensó para sí mientras miraba a la pequeñita de cinco años a su lado — No lo sé, talvez podria ser como tú Naruto o como yo — seguía sumido en sus pensamientos.

— ¿Y quieres mucho a Yuki? — cuestionó con curiosidad la niña.

—Los amo a todos igual — susurró apenas moviendo los labios.

Sin importar cómo, toda su familia estaba junta, amaba a todos sus hijos sin importar nada, eran lo más valioso de su vida.

Le hubiese gustado tener a todos sus pequeños con él, lo estaban pero siempre habría un pequeño hueco en su pecho.

Habia aprendido a vivir con ello.