Nuestro bebé [NaruSasu]

Capitulo 3

Sasuke tenía un vientre apenas visible, habían ido a las citas y todo parecía perfecto con el embarazo, el azabache no salía de la casa de ser necesario, tenía de todo para estar lo más cómodo posible.

— ¿Cuando crees que sería bueno escoger los muebles y comprar ropita? — preguntó mientras tejía algo con suma concentración.

— No lo sé, pero creo que será difícil conseguir ropa para un bebé de tres brazos — señaló el trabajo de Sasuke.

— No me digas eso — miró con atención su tejido, dándole la razón a su esposo — Tengo que empezar de nuevo.

— Suerte con eso — le dio un beso en los labios — Voy a ir por tu helado — dijo saliendo de la casa — Si quieres ve a bañarte en lo que vengo y vemos la película esa que querías.

— Ya sabes, uno de chocolate y otro de chocolate con menta — le repitió al salir de casa.

— Lo tengo — alzó la mano para despedirse.

Fue caminando a la tienda de autoservicio,  estaba algo lejos pero no importaba, podría ir al fin del mundo con tal de consentir a su esposo.

La chica que trabajaba ahí apenas lo veía entrar le sonreía divertida, casi siempre Sasuke lo llamaba para pedirle más cosas, algo que está vez no sucedió.

— ¿Su esposo no querrá otra cosa? — le cuestionó la muchacha viendo al blondo con curiosidad.

— No sé, llevaré lo de siempre — tomó los dulces pagando todo — Nos vemos mañana — miró su celular, no había ninguna llamada perdida ni mensaje del azabache.

Le restó importancia tal vez ya se le estaban pasando los antojos repentinos.

— Sasuke ya traje tus cosas — se anunció al no verlo en el sofá.

— ¿Sasuke? — lo buscó la casa, escuchó ruido en el baño — ¿Amor que haces?

— Nada... — se escuchaba algo diferente, intento abrir la puerta pero tenía seguro.

— ¿No estás haciendo nada?

— No, nada — había algo extraño, se le escuchaba la voz agitada, eso le preocupó de sobremanera.

Fue a la cocina a buscar las llaves del baño, trató de no hacer ruido, escuchó el pestillo, asomando solo la cabeza.

Abrió los ojos asustado — Sasuke… — estaba en el suelo sentado, eso no era lo preocupante, había sangre, demasiada a decir verdad.

— Naruto... Es mucha — gimoteó temblando.

Tardó unos segundos en reaccionar — Ven  amor — entró con cuidado hasta el doncel — Tranquilo, vamos a ir al hospital ¿De acuerdo? — lo tomó en brazos con cuidado.

Lo llevó al auto recostandolo en el asiento trasero — Sasuke, no te muevas por favor — subió empezando a manejar sin importarle si pasaba señales de alto u otra cosa, lo que realmente importaba era Sasuke.

Tenía todo el pantalón de la pijama lleno de sangre, marcó a emergencias y cuando llegó había una camilla esperando al doncel, lo ingresaron de inmediato.

— ¿Señor Uzumaki qué ocurrió? — cuestionó una enfermera.

— No... No lo sé, fui a comprar algo de comida para Sasuke y cuando volví estaba en el baño, había sangre por casi todo el piso — explicó lo que pudo.

— De acuerdo, espere aquí, en un momento le informo que ocurre con su esposo.

Solamente veía el pasar de las horas en el reloj de la pared, ya había mordido sus uñas desesperado por no tener noticia alguna.